Vamos a partir de lo más básico y reconozcamos que el consumo de alcohol no es bueno para la salud salvo, quizás, por esa copa de vino tinto en las comidas que los cardiólogos suelen recomendar. Pero, cuando dicen una copa, se refieren a UNA copa, no a bajar la botella, chupito para hacer la digestión y gin tonic o pacharán de postre. Lo que también tenemos que reconocer es que la mayoría formamos parte de un grupo conocido como los ‘bebedores sociales’, que nos tomamos nuestras cañas de vez en cuando bebemos más cuando asistimos a algún evento o celebración con alcohol de por medio.

© Fotograma de 'La boda de mi mejor amiga'.
© Fotograma de ‘La boda de mi mejor amiga’.

Por ello, y porque está demostrado que las personas que no están acostumbradas a beber de forma regular se ven más afectadas por el alcohol cuando lo hacen, hemos hablado con Cristina Rodríguez Alconada, nutricionista del Instituto Médico Láser, para que nos ayude a elaborar una guía que nos de las claves para beber con cabeza. Porque, ahora que empieza la temporada de bodas, bautizos y comuniones, estamos convencidas de que no quieres acabar haciendo el gusanillo delante de toda tu familia o, aún peor, la familia política a la que acabas de conocer.

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Créeme, no quieres ser esta persona.

La primera pregunta que nos viene a la cabeza es, ¿de verdad se puede beber bien? Sí, si lo hacemos con moderación y en cantidades limitadas. Pero, como afirma nuestra experta, “el problema es que a veces es difícil saber cuál es la cantidad ideal para cada persona, ya que esta está influenciada por muchos factores, como el peso, la tolerancia al alcohol, (es decir, el cómo lo metaboliza) la costumbre que tenga de beber e incluso factores hormonales”.

A pesar de lo complicado que esto pueda parecer a primera vista, estas son las premisas básicas de Cristina que nos pueden ayudar a la hora de beber y que no se nos vaya de las manos:

Nope, tampoco quieres ser esta persona.
No, tampoco quieres ser esta persona.
  • Toma la cantidad adecuada, sin sobrepasar la línea que separa el estar bien de ir ‘un poco mareado’. Todos conocemos esa sensación así que, llegado ese momento, para.
  • Bebe siempre junto con comidas o habiendo comido algo antes. Vivan las tapas, ese gran invento español. “Intenta tomar una comida o cena normal, compuesta por dos platos. Lo mejor es que el segundo sea un alimento rico en proteínas, que nos va a dar sensación de saciedad y plenitud. El primero o acompañamiento, mejor a base de verdura o ensalada, que nos aporte vitaminas y minerales para disminuir los efectos secundarios de la resaca. También es importante asegurarnos un aporte de hidratos de carbono a partir de pasta, patatas o pan”.
  • Bebe agua mientras estás ingiriendo alcohol para disminuir los síntomas de la resaca, que simplificándola no es otra cosa que lo que sufre tu cuerpo por la deshidratación que origina el alcohol.
  • Ser hombre o mujer también influye en como metabolizamos el alcohol, ya que el hígado de ellos trabaja de una forma más eficiente que el nuestro para metabolizar dicho alcohol.
Ni esta tampoco.
Ni esta tampoco.

Y, una vez metidos en faena, la verdad es que la sabiduría popular también puede aplicarse a esto del beber con cabeza. Diferenciar entre bebidas claras y oscuras es básico. “Que una bebida alcohólica sea más perjudicial que otra viene determinado por la cantidad de unas sustancias denominadas ‘sustancias congéneres’, producidas durante los procesos de obtención del alcohol. Si se almacenan en el organismo, pueden provocar efectos negativos sobre el mismo que no son otros que la conocida resaca. En general, estas sustancias se producen en mayor cantidad en las bebidas oscuras que en las claras; por lo tanto, a igual ingesta, las bebidas oscuras afectan más que las claras”.

No, no te da igual.
No, no te da igual.

Pero, ¡oh no! Anoche volviste a pasarte te pasaste y te has despertado con resaca. Ya no hay vuelta atrás pero, como sabemos que esto nos puede pasar a cualquiera, le hemos pedido a nuestra experta que se apiade de nosotros y nos de las claves para llevarla lo mejor posible. ¿Qué deberíamos comer un día de resaca? “Pues el primer ‘alimento’ es la paciencia, ya que la resaca es un estado que tarde o temprano pasa, así que hay descansar y llevarlo lo mejor posible”. Pero no queda ahí la cosa:

  • Bebe mucho agua para mejorar la deshidratación.
  • Toma frutas que también te aporten agua, vitaminas y minerales para recuperar las sales minerales perdidas.
  • Toma un alimento rico en hidratos de carbono para ayudar a calmar las náuseas, en el caso de que se tengan, y para recuperar energía.
  • Lo más importante es hacer caso a las señales que nos mande nuestro propio organismo que, en general (excepto cuando nos dijo que era buena idea bebernos hasta el agua de los floreros), suele ser muy sabio.
© Alexis Armanet
© Alexis Armanet

Bonus track: ¡Aquí no queda todo! Además, un recetario de smoothies diuréticos, cortesía de la doctora Alconada, que nos ayudarán a sobrevivir a la resaca.

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Además: ¿Se puede minimizar la resaca?