El guión de Carol, el romance entre dos mujeres del Estados Unidos de la década de los 50, estuvo guardado en el cajón de varios despachos de Hollywood durante casi 20 años. Por fortuna, todo un esteta como Todd Haynes se encargó de dar forma, junto a su musa Cate Blanchett, a la película llamada a triunfar en la próxima edición de los Oscar con seis nominaciones (entre ellas a Mejor actriz y Mejor actriz de reparto). Su director nos comenta el torrente referencial tras la cinta, que adapta una novela de Patricia Highsmith. Rooney Mara remata una jugada perfecta, que se estrena el 5 de febrero en España.

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Carol es una historia de amor muy silenciosa.

A veces no decir algo puede ser mucho más poderoso que decirlo y en ese sentido he trabajado en la película. El idioma que hemos empleado es puramente cinematográfico: imagen, melodías y lenguaje corporal. De hecho, rodar y editar fue un proceso continuo de reducción y eliminación para encontrar la forma de comunicar ideas del modo más silencioso posible.

Pocas veces el diseño de vestuario y la fotografía (nominados a sendos Oscar) fueron tan importantes a la hora de crear tensión dramática en una película.

Al empezar con Carol, creé un libro de imágenes que compartí con mi director de fotografía y mis diseñadores de vestuario. El álbum estaba lleno de instantáneas de la época, con una paleta de colores muy específica.

¿Qué fotógrafos se encontraban en ese álbum?

Muchas de las imágenes eran de Saul Leiter. Sus fotografías son casi monocromáticas en las que, de repente, un flash, un paraguas o cualquier otro objeto cotidiano irrumpe con un golpe de color. Eso se ve en la película a través del vestuario de Carol, que es muy sobrio y que contrasta con un pañuelo o un lápiz de labios intenso.

Carol y Therese parecen mujeres nacidas frente al objetivo de Vivian Maier o Ruth Orkin. Es de suponer que las actrices que las interpretan formaban parte de todo ese proceso creativo.

Sin duda. El diálogo era constante porque eran ellas quienes tenían que lucir en pantalla las prendas, el maquillaje y las pelucas para crear la silueta adecuada. Eso también les daba mucha información acerca de sus personajes. Los diseños de la época de Hattie Carnegie o los abrigos de Bonnie Cashin son definitivos para definir a las dos protagonistas.

A pesar de estar ambientadas en la misma década, hay un importare matiz entre Lejos del cielo, el melodrama que rodó con Juliane Moore, y Carol. En la primera recreaba la estética de las películas de los años 50 y esta vez sumerge al espectador en los verdaderos años 50.

Exacto. Sigo usando en Carol un lenguaje artificial y quizá el reflejo de la época, no sé totalmente real u objetivo, pero, en definitiva, las referencias en esta ocasión son más fotográficas que cinematográficas. Además, una está ambientada en los primeros años de la década y la otra en los años finales y hay grandes diferencias, aunque parezca mentira.

Está peleando por los grandes premios cinematográficos de 2016 con una cinta rodada en 16 milímetros, en la era del 3D y la alta definición.

Había una pequeña parte de mí que quería luchar en contra de toda esta moda digital y tecnológica en el cine y me atraía la idea de que las pantallas de cine reprodujeran imágenes que no son impolutas, que están llenas de imperfecciones, que es como reconocemos al cine clásico.

¿La pintura fue también un referente?

Edward Hopper sin duda, pero la fotografía me daba ese tono de realidad que necesitaba.

El proyecto ha necesitado más de dos décadas para que viera la luz.

Supongo que tardó tanto en adaptarse por el hecho de que Hollywood todavía tiene asuntos pendientes a la hora de financiar películas en las que una mujer es la protagonista principal. Si le sumamos la temática lésbica, es evidente que a la industria le asustaba este proyecto. En cierto modo me alegro de que hayan tardado tanto porque así ha llegado a mí.

¿Fue Cate Blanchett, con quien ya ha trabajado en otras ocasiones, una de las razones por las que dijo que sí a la cinta?

Sí. Ella fue una de las principales razones por las que dije que sí a este proyecto. No conocía el libro así que cuando lo leí para tomar la decisión de rodar la cinta o no solo pensaba a Cate en el papel de Carol.

No es un thriller, como tantas novelas de Patricia Highsmith, pero sí hay un alto componente de misterio. Los personajes no son extrovertidos y su historia de amor está oculta a los ojos de otros.

Está lleno de misterio. Carol describe el amor desde el principio como se describiría un crimen. No porque sea lesbiana, es porque el amor te coloca en una situación en la que no todo se explica a las claras y hay cosas de la otra persona que debes sobreentender. Se necesita en cierto modo una mente criminal.

Cate Blanchett describe la película como la historia de amor entre Julieta y Julieta.

Sí, claro, pero la diferencia es que en Shakespeare hay una unión desde el principio, que les hace luchar juntos contra el contexto social, mientras que por lo general cuando te enamoras no sabes con seguridad lo que siente la otra persona.

De hecho las protagonistas se enfrentan a cierta violencia muda durante buena parte de la película. Probablemente no tanto por ser lesbianas como por ser mujeres en un mundo de hombres, en la década de los 50.

Es otra forma de denominar la represión, que es a lo que se enfrentaban las mujeres en aquella época. Se imponían un montón de límites en torno a los deseos y anhelos que debían expresar.

ROONEY MARA:

«Ese silencio en la película ya estaba muy definido en el guión, pero es una de las cosas más bellas que nos dio a los actores, porque nos dio libertad. Al principio era algo que me intimidada, aunque al rodar me di cuenta de la bendición que era realmente.

Quiero pensar que no tuvo nada que ver la historia de amor entre dos mujeres la causa por la que Carol no llegaba a rodarse. Probablemente es porque los relatos intimistas cada vez se llevan menos en Hollywood».

CATE BLANCHETT:

«Carol hubiera sido completamente diferente sin Todd Haynes. Él le da tantos matices a la historia… Y no solo porque él sea tan meticuloso y haya recreado tan bien toda una época. En definitiva, la historia trata sobre ese raro proceso que es enamorarse, en especial cuando ese amor nace en un entorno poco amistoso, como les ocurre a estas dos mujeres, de dos generaciones distintas».