Dicen los propios estadounidenses que Chicago es el destino perfecto para los que buscan lo mismo que en Nueva York, pero sin las hordas de turistas llegadas de los cinco continentes que pululan a diario por Manhattan… y sin los precios imposibles de la isla más famosa del mundo. Sin embargo, la llamada ‘Ciudad de los Vientos’ no necesita compararse con la Gran Manzana ni, mucho menos, tratar de parecerse a esta. Cuenta con mimbres más que suficientes para enamorarnos, y no solo por sus grandes atracciones, sino también por la transformación de sus barrios periféricos en auténticos hervideros de tendencias y cultura.

Sus barrios periféricos se han transformado en auténticos hervideros de tendencias. © The Robey Chicago

El propio Downtown trata de renovarse día a día. La recuperación del río es ya más que un hecho. La ribera se empieza a llenar de espacios en los que locales y visitantes se relajan y brindan viendo pasar pequeños barcos, el taxi acuático y demás barcazas, en terrazas ganadas casi de forma imposible al propio centro histórico de la ciudad.

No se queda ahí la cosa, además de los pequeños rincones escénicos, perfectos para hacer mil fotos, habrá que sumar antes de lo que pensemos alguna playa. «Es el gran proyecto del Ayuntamiento y, si tenemos en cuenta que hace unas décadas el río estaba sucio y ahora el agua es limpísima, recuperando incluso especies de peces, no me extraña que realmente podamos bañarnos en él dentro de unos años», explica Mary, una voluntaria de la Chicago Architecture Foundation que cada día explica los pormenores del río a turistas que lo navegan de su mano.

La recuperación de las aguas de Chicago ha transformado a la ciudad. © D.R.

Otro de los referentes del centro histórico, el Navy Pear, un muelle de recreo con atracciones y zonas de ocio y restauración, también está de cambios. En este caso, los que celebran su centenario. Musicales y pasacalles, la noria engalanada y cada día algo diferente dan la bienvenida a los que se acercan a pie o en barco desde la zona del Planetario y el Museo Field de Ciencias Naturales, un paseo imprescindible (por 13 $) que permite ver el skyline de Chicago desde el propio lago.

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Claro que, para vistas, la de los miradores. Los principales rascacielos de la ciudad tienen observatorios, destacando el Skydeck (Willis Tower) y el 360 (John Hancock Center), ambos incluidos en la oferta del Chicago CityPass. Pero quien busque unas vistas con un plus, tienen que dirigirse al corazón de la ciudad, al puente DuSable. En uno de sus extremos se levanta el nuevo hotel LondonHouse.

Habitaciones e instalaciones son de estilo art decó, pero destaca especialmente por su terraza, un espacio de tres niveles que incluye una minicúpula que es el rincón más deseado en la ciudad para casarse o pedirse matrimonio (es especialmente bonita y romántica, con vistas de aupa). Con copas por menos de 15 $, los cócteles que allí se disfrutan (siempre está lleno, con un gran ambiente) y la espectacularidad de lo que se observa desde esa planta 22, lo hace en el sitio más increíble. «Se pueden reservar algunas mesas, pero es fácil encontrar hueco y disfrutar de las vistas incluso estando siempre animado», explica Karla Ipki, del equipo de LondonHouse.

El ático del hotel London House es un imprescindible en la agenda de Chicago. © London House

La coctelería creativa tiene su espacio en Chicago a pocos pasos de la emblemática avenida Míchigan. Concretamente, en el Broken Shaker, un espacio con un estilo que recuerda al de los bares clandestinos, con mucho ambiente, y en el que su bar manager, Scotty Lobianco, cambia cada poco la carta, con propuestas originales que hacen difícil decidirse por un trago u otro (incluso los tradicionales, como el Old Fashioned, se renueva con gustos bengalíes, desde 13 $). Allí también se encuentra el Café Integral, que propone el mejor café de Nicaragua con bocados dulces o, por qué no, una rica hamburguesa.

Y está todo tan rico como parece. © Instagram @brokenshaker

Pero no pensemos que la ola chic se queda en el centro histórico. De hecho, son los barrios periféricos del Downtown los que están pisando fuerte en materia creativa, apostando, por ejemplo, por el street art en graffitis kilométricos que ocupan avenidas completas como los del Graffiti Garden at the 606 (Bloomingdale Ave.) o los de Glengood Ave – Rogers Park (donde la estación de metro de Morse). Y también por crear zonas de cultura y ambiente muy joven, de auténtica tendencia.

© The Robey Chicago

De esto saben mucho en áreas como Logan Square o Wicker Park.

En el primero, entre tiendas vintage, pequeños espacios independientes y locales que mantienen el espíritu de hace décadas, se ha abierto Bang Bang Pie, el mejor local en el que poder comer auténticas pie caseras estadounidenses, tanto dulces (la de ruibarbo y la de crema de limón son impresionantes) como saladas (la de pollo es para llorar de lo buena que está). Y se degustan en una zona trasera con mesas alargadas «que invitan a la charla y al relax, sin prisa y con mucho encanto», dice Michael Ciapciak, uno de sus propietarios. De hecho, es imposible no repetir visita si tenemos tiempo, más cuando sabemos que algunas de las tartas necesitan 10 horas de cocinado (llegan a superar los 500 pies semanales).

Algunas de las tartas de Bang Bang Pie llevan detrás 10 horas de cocina. © Instagram @bangbangpie

A unos minutos de allí, en el cruce de Damen, Milwaukee y North, formando una estrella de seis puntas, se encuentra otro de los epicentros de las tendencias y la modernidad: Wicker Park. Presidiéndolos, el hotel The Robey Chicago, que ha abierto sus puertas con una apuesta por el art decó minimalista. A su lado, su hermano el motel The Robey Hall, ofrece un ambiente más urbano y a un precio mucho más económico. Está a unos 20 minutos del centro y es un buen lugar para palpar cómo los chicagüenses aprovechan la nueva vida que bulle en estos barrios periféricos casi a diario.

No tendríamos ningún inconveniente en quedarnos a vivir en la habitación de The Robey Chicago. © The Robey Chicago
El motel The Robey Hall ofrece un ambiente más urbano y a un precio mucho más económico. © The Robey Hall

Claro que el arte callejero también tiene su hueco en el centro. A un paso de Michigan, el ACME Hotel (sí, como en los dibujos del correcaminos) no solo lleva a sus huéspedes en excursiones privadas por los mejores grafitis de la ciudad, sino que también los lleva dentro del propio hotel, desde el ascensor a las zonas interiores, la fachada, el lobby… Lo que es última tendencia, está ahí presente, tanto en lo tecnológico como en lo cultural, y con un toque auténtico que hace que el propio hotel se configure para que no haya un centro natural, pues puede serlo su coctelería, su cafetería de desayunos o la zona de lobby escorada.

Lo que es última tendencia está presente en el Hotel ACME. © Hotel ACME

Restaurantes, coctelerías, hoteles… La lista de lugares con encanto en los que no sentirse realmente un turista al uso no podría completarse sin las compras. ¿Alguna vez has pensado en llevar de recuerdo a España una botella de vodka 100% de Chicago? Pues no solo es posible, sino que en la destilería de la ciudad, la CH, cuentan con uno de los mejores vodkas de América, así como otro tipo de espirituosos e incluso una increíble crema de limoncello de receta privada de una emigrante italiana a la ciudad. El local es también un restaurante increíble, y las bebidas se sirven tanto en cócteles como formando parte del recetario de los platos.

Y si no queremos llevarnos una botella, sino algo más original y divertido, la cita es en la tienda del Museo de Arte Contemporáneo. Ha sido premiada como la mejor y más original del planeta y se esfuerzan a diario para seguir ostentando dicho galardón. Con dos plantas llenas de objetos curiosísimos, resulta complicado no querer hacerse con media tienda y traérsela entera a España. Será el mejor remate a una visita a Chicago que se sale de los rincones tradicionales y que permite disfrutar de la ciudad desde una perspectiva chic, moderna y pasional.

Tip de insider: no te pierdas la alucinante tienda del la tienda del Museo de Arte Contemporáneo.

Más información: Turismo de Chicago.