Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero cuando hablamos de relaciones de pareja, a veces las historias pueden protagonizar sagas completas. ¿Está todo perdido cuando rompemos con alguien? ¿Puede haber otra oportunidad? ¿Cómo saber si vamos a tomar la decisión correcta?

© Fotograma de 'Olvídate de mí' (2004).
© Fotograma de ‘Olvídate de mí’ (2004).

Partiendo de la base de que, por suerte o por desgracia, el amor no es una ciencia exacta, digamos que en ocasiones toca tirarse a la piscina (aunque esté vacía), pero otras muchas lo único que conviene es pasar página y buscar otra alberca en la que remojarse. Entonces, ¿cómo saberlo? Fácil, con nuestra guía en 11 cómodos pasos; un práctico manual para ex débiles (y de WhatsApp fácil) a punto de caer en las redes del mismo hombre que ahora echan de menos pero que, en su momento, (posiblemente) les hizo la vida imposible.

1

 

  • Si te llama los fines de semana a las 5 de la mañana (como pronto)…

No, bajo ningún concepto.
Tú piensas es que te echa de menos y que cuando se toma unas copas le da bajón y no puede evitar llamarte. Vamos, lo que haces tú. Pero, ¡te equivocas! Lo que realmente pasa es que ya formas parte de su chorbo agenda. ¡Enhorabuena! Por supuesto que te echa de menos, pero solo cuando toda la de la discoteca le ha hecho la cobra y no tiene con quien irse a la cama esa noche.

2

 

  • Si ha pasado un tiempo prudencial…

Definitivamente, sí.
Los primeros días tras de la ruptura el mundo se acaba, crees que no vas a poder vivir sin él, y estás más vulnerable que Bridget Jones cantando All By Myself. ¡No es para tanto! Según va pasando el tiempo empiezas a depender menos de él y a darte cuenta de que la vida sigue y puede ser igual o más maravilosa. Es entonces cuando estás preparada para tomar una decisión de este tipo. Con la cabeza bien fría.

  • Si no has mantenido contacto con él…

¿Por qué no?
Para saber si realmente le echas de menos (y poder tomar una decisión en frío, otra) necesitas poner tierra de por medio y eso significa perder todo contacto con él. No vale hacerte la encontradiza en su camino al trabajo, stalkear cada cosa que suba a Facebook o seguir saliendo con sus colegas. Eso de ser amigos puede estar bien pero con el paso del tiempo. Y si es con el paso de mucho tiempo tipo en otra vida, mejor.

3

 

  • Si es la tercera, cuarta…o decimonovena vez que volvéis…

¡Olvídalo!
Una y no más, Santo Tomás. Todas las parejas pueden pasar por una crisis y distanciarse pero, si ocurre cada dos por tres, no merece la pena. Él, por supuesto, intentará encandilarte una y otra vez, y tú solo verás sus cualidades… pero ya es hora de pasar página. Al fin y al cabo, ya sabes cómo será el final.

Ya, sí, claro...
Ya, sí, claro…
  • Si no sabes estar sola…

¡No, no… y no!
Posiblemente tú no lo reconozcas, pero si echas la vista a atrás y haces un recorrido cronológico por tu historial amoroso, verás que has ido enlazando uno con otro. Solapando, que se dice a pie de calle. Vale que ligas mucho y que los tienes a todos a tus pies, pero ¿realmente eres independiente? ¿Serías capaz de pasar cumpleaños, días de San Valentín o Navidades sola? Píensalo porque, si es así, no necesitas volver con tu ex ni empezar una relación. ¡Ya es hora de aprender a vivir… aaaaall by my seeeeeelf!!!!

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  • Si lo dejasteis porque él se fue a estudiar/trabajar fuera y ahora ha vuelto…

¡Sí! Sin ninguna duda.
La ruptura supuso un parón en la relación debido a la distancia. Fue duro separaros y nunca lo hubieseis dejado si él no se hubiese ido. Ya sabes, tú a Boston y yo a California, pero luego fueron felices y comieron perdices. Eso sí, sí vuelves con él, no empieces a indagar en los rolletes que haya tenido durante el tiempo en el que habéis estado separados. Asúmelo, él no te debía fidelidad.

6

 

  • Si se te fue de las manos con los chupitos y acabaste con él…

Ni sí, ni no.
No es la mejor forma de volver a empezar (al menos, de una manera racional), pero tampoco pasa nada por dejarse llevar…

7

 

  • Tus amigas te animan a que vuelvas…

Sí, puedes planteártelo.
Al fin y al cabo ellas te conocen muy bien y se saben al dedillo tu historial (que para eso han tenido que aguantar mil veces el episodio de cómo os conocisteis, te presentó a su madre y te invitó al concierto que llevabas toda la vida esperando). Además, serán las más críticas y no permitirán que nadie te haga daño.

8

 

  • Tu madre quiere que vuelvas…

¡No lo hagas!
Ella también quiere el bien para ti y que no te hagan daño, pero no sabe todos y cada uno de los detalles de tu ruptura y en su cabeza solo ve al yerno perfecto que vestía bien, tenía un buen trabajo y te acompñaba a casa. Porque… «¿cómo vas a ir por ahí sola, hija?»

9

 

  • Si vuelves por celos…

¡NO!
«Son muchas las cosas de las que nos desharíamos si no temiéramos que otros las aprovecharan», decía Oscar Wilde en El retrato de Dorian Grey con más razón que un santo. La angustia de pensar que si no vuelves con él se irá con otra es, a veces, inevitable. Lo que no sabes es que tú también podrás estar con otro… que posiblemente sea mucho mejor.

Un clásico.
Un clásico.
  • Si te ha puesto los cuernos…

¡Ni te lo plantees!
Sobran las palabras. Sayonara, baby! 

12

 

Y recuerda que lo más importante de nuestro manual es que (elijas lo que elijas) el objetivo es que seas muy, muy feliz. Que de eso se trata.