Para sobrevivir a Christian Grey hay que estar preparada... físicamente.
Para sobrevivir a Christian Grey hay que estar preparada… físicamente.

Abdominales duros, ombligo de acero, muslos como rocas capaces de atrapar lo que se ponga entre ellos cual boa constrictor y un corazón de hierro para bombear sin desfallecer en las noches más apasionadas ejem.. siempre que des con el improbable compañero capaz de encadenar acometidas largas e intensas sin descanso. No hace falta ser un lince para saber que cuando estás en buena forma, con los músculos bien tonificados y en tu talla, te mueves mejor durante el sexo. No significa que sea más placentero, simplemente es que el acto puede ser – llamémoslo así – más acrobático.

© Spela Kasal
© Spela Kasal

¿Y eso cómo se logra? Descartada la opción a apuntarse al Cirque du Soleil te queda trabajar ciertos músculos imprescindibles para triunfar al hacer el amor. Kristen James, una entrenadora del Equinox Fitness Club de Nueva York, los especifica en su programa 50 Shapes Workout.

https://www.youtube.com/watch?v=1oXyErzk_IM

James lleva veinte años especializada en preparar a ciclistas pero, por lo visto, le queda tiempo para diversificar el negocio. “Como otras muchas mujeres he leído Cincuenta Sombras de Grey. Las lectoras flipan al conocer ciertas posturas y se preguntan ‘¿pero, qué hacen?’, cuando lo adecuado es plantearse ‘¿cómo lo hacen?’. Por eso creé una serie de ejercicios destinados a fortalecer y dar flexibilidad en esas zonas de forma que una mujer pueda acometer sin problemas todas y cada una de las posturas sexuales del libro”, explicaba.

© Spela Kasal
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¿Y cuáles son? Aquí James hace gala de una imaginación desbordante a la hora de bautizarlos. “Están el Diamante Sucio, Seducción en Cuclillas, Sentadillas Lujuriosas…”. Una de las más complejas es el Bend-Over-Better (inclinar el torso con las piernas estiradas, lista para recibir unos buenos azotes o lo que se tercie). La dificultad estriba en que se hace se puntillas. “Imagínate que en ese momento llevas un par de taconazos irresistibles”, explica James. Buena parte del entrenamiento se dedica al suelo pélvico. James lo justifica porque así no solo se evita la incontinencia urinaria, sino que se pueden alcanzar orgasmos más intensos y juguetear (sin manos) con el miembro viril durante la penetración.

Tan sabios consejos se concentran en un vídeo que puede descargarse de su site por el módico precio de 9,99 $ (8,81 €). Y hay que reconocer que la puesta en escena y el marketing no tienen desperdicio. “Solo te hacen falta 40 minutos para estar sexy y dura para tu amante”, dice en uno de sus spots promocionales donde se la ve haciendo abdominales, sentadillas y lo que viene siendo una sucesión de esos movimientos que podrías encontrarte en una clase de G.A.P. (glúteos-abdominales-piernas). Todo con una postproducción ñoña repleta de cortinillas en forma de manchas y mensajes reveladores del tipo ‘convierte tus fantasías en realidad’, ‘ponte en forma para el dormitorio’, ‘con tus partes más sexies’….

https://www.youtube.com/watch?v=E0Th51LpQz8

Lanzado el gancho comercial (una jugada maestra, hay que reconocerlo), luego matiza: “Es un entrenamiento que te proporcionará resistencia y fortaleza muscular que no solo son muy válidos para el sexo, sino para todas las facetas de tu vida”, explica (como si tener el trasero endurecido y los abductores como muros de hormigón mejoraran tu existencia a niveles estratosféricos).

© Spela Kasal
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Ahora que lo que una servidora observa con cierto escepticismo, en una ciudad tan competitiva y obsesionada por ser la mejor como Nueva York, 50 Shapes ha encontrado un filón: las solteras en el mercado (las que ya lo dan por perdido prefieren gastar esos 10 $ en otros productos igual o más satisfactorios). A James no solo le llegan clientas individuales, sino que se la rifan en despedidas de soltera (¿quién quiere manosear a un boy grasiento pudiendo fortalecer la pelvis por el mismo precio?). Incluso tienen sus hashtags: #fitinthecity y #50Shapes. Todo muy neoyorquino, sano y sexual.

beso 50 sombras