Moda
A veces, cuando tienes mascota, la tentación de plantarle un vestido, un jersey o una bufanda es difícil de combatir. Eso es lo que les pasó a David Fung y Yena Kim con Bodhi, el precioso Shiba Inu con el que comparten vida en Nueva York: un buen día, decidieron vestir a su perro con la ropa de Fung, hacerle una foto y subirla a Facebook a modo de broma. Pero claro, semejante cucada no pasó desapercibida y vieron cómo sus amigos les animaban a hacer de ello algo serio. Así, como la mayoría de los blogs, nació uno de los más molones de todos, Menswear Dog.
“Hicimos lo que cualquier dueño raro de perro ha hecho en algún momento de su vida”, confiesa David a The Times. Pero claro, en su caso concreto lo tenían todo para camelarse Internet de arriba abajo: él es diseñador gráfico; su chica, Yena Kim, fotógrafa y diseñadora de moda, y Bodhi es uno de esos perros a los que te abrazarías para siempre si te lo encontraras por la calle. La postal, con Nueva York como telón de fondo, era perfecta para conquistar la Red. Y así fue.
Ahora, dos años después de la creación del blog de Bodhi, en el que aparece él perfectamente fotografiado y vestido con ropa de hombre, han conseguido más de 220.000 suscriptores y 165.000 seguidores en Instagram. Poca tontería, vaya. En camino tiene, además, un libro de estilo, The New Classics, que saldrá a la venta a finales de mes. ¡Tiembla, Alexa Chung!
¿Que por qué gusta tanto? Evidencias aparte perosiesqueesunamonada, sus dueños han llegado a la conclusión de que a muchos hombres les gusta más ver la ropa sobre el can que enfundando a un macho ibérico al que no se ven capaces de aspirar: “Me lo ha dicho mucha gente. Y también creo que para las mujeres es menos raro escribir a su pareja diciendo ‘Deberías vestir como este tío’ cuando la foto es de un perro y no de un hombre perfecto”, comenta Fung a la publicación.
Además del éxito en Internet, Bodhi ha trabajado para publicaciones masculinas como GQ o Esquire, y para marcas tan dispares como American Apparel, Revlon o Purina (esta última, de comida para mascotas). Vaya, que él posa “como Zoolander”, disfruta (encantado por las atenciones) de las bondades y regalitos caninos del shooting, y sus señores dueños se hacen de oro. Todos ganan.
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