El día 19 de octubre se celebra el Día Internacional a favor de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Un tipo de cáncer que supone uno de cada tres tumores diagnosticados en mujeres en nuestro país, con más de 20.000 casos al año. Afecta a todas las edades, incluso en etapas muy tempranas (antes de 35 años), con una incidencia máxima entre los 45 y 65 años. Últimamente ha crecido el número de casos, aunque este dato negativo va unido a uno más optimista: cada vez disminuye más la mortalidad, como consecuencia de las mejoras en el tratamiento. Según la Asociación Española  contra el Cáncer, el riesgo de padecer cáncer de mama es de 1 de cada 8.

Hasta aquí, las malas noticias. Ahora, cálzate el lazo rosa, respira hondo y toma nota de la cantidad de cosas que puedes hacer para dar esquinazo al sufrimiento y al miedo:

© Stella McCartney
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1. Siempre hay tiempo
Cuando un cáncer de mama se diagnostica en una etapa temprana y está localizado, más del 90% de los casos lo superan con éxito, asegura la American Cancer Society. Esto, unido a la mejora en tratamientos y en avances para asegurar un diagnóstico precoz, ha conseguido reducir drásticamente la mortalidad. La supervivencia global en España por cáncer de mama se sitúa en el 83%, nos encontramos por debajo de Estados Unidos (90%) pero por encima del resto de Europa (79%).

2. Una mamografía al año
Como decimos, el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para luchar contra esta enfermedad. Lo tenemos muy aprendido, pero nunca está de más volverlo a recordar: es importante realizar mamografías anuales a partir de los 45 años, además de la autoexploración periódica. A través de los programas de cribado con mamografías se pueden diagnosticar los tumores de mama en estadios iniciales en los que hay muchísimas posibilidades de curación.

3. Obsérvate
Además de acudir al médico en caso de percibir cualquier tipo de bultito en pecho o axila, es importante mirarse al espejo. Algunos aspectos que se deben controlar son:

  • Un cambio en el tamaño o en la forma de cualquiera de los dos pechos.
  • Rojeces o sarpullido en el pecho o alrededor del pezón.
  • Secreción de líquido por el pezón sin haberlo apretado previamente.
  • Aumento extraño en la zona de la axila y / o la clavícula.
  • Bulto o espesor diferente al habitual.
  • Cambios en la textura de la piel del pecho, parecida a la piel de naranja.
  • El pezón se invierte o cambia de posición / forma.
  • Dolor constante en el pezón y en la axila.

4. Renueva tu despensa
Prevenir la obesidad es básico para dar esquinazo al cáncer de mama. Consíguelo siguiendo una dieta adecuada en la que reduzcas: alcohol, azúcar, carbohidratos de absorción rápida, ácidos grasos poliinsaturados, grasas trans de los aceites hidrogenados (margarina, bollería industrial) y grasas animales (carnes rojas). O más sencillo: debes apostar por una dieta rica en fibra con verduras, legumbres y frutas, pescados y aceite de oliva.

5. ¿Y si nos movemos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, como prevención para reducir el riesgo de padecer cáncer de mama.

El Dr. Ángel Durántez (Doctor en Medicina y Cirugía y especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Director Médico de la Clínica Neolife) va más allá: «La actividad física durante y después del tratamiento para el cáncer de mama es segura, eficaz y mejora la calidad de vida de las mujeres. No hay fármaco ni terapia con tantos beneficios como el deporte. Lo importante es saber cómo prescribirlo: el tipo ejercicio, la intensidad, cuánto tiempo debemos practicarlo o cómo cambiar la dosis con el paso del tiempo”, explica Durántez. Su consejo es claro: de menos a más, para empezar.

«Lo ideal es llegar a hacer ejercicio todos los días de la semana, combinando algunos cardiovasculares (andar, correr, bailar, nadar), de fuerza (mancuernas, máquinas, elásticos) y de flexibilidad (estiramiento muscular, tai chi, yoga…)», explica Durántez. Los beneficios son claros: «La combinación de estos tres tipos de ejercicio físico aumenta la supervivencia en cáncer de mama y la calidad de vida, disminuye la mortalidad, reduce los niveles de ansiedad, mejora la autoestima, la depresión, las relaciones sociales, la sexualidad, el cansancio y el sueño, entre otros. Por último, está demostrado que los ejercicios del tren superior (espalda, pecho, hombros, abdomen, brazos) no cambian (incluso mejoran) el linfedema, que es un efecto secundario de la extirpación de los ganglios linfáticos y que, en ocasiones, padecen las mujeres con cáncer de mama», concluye el doctor.

6. Puedes tirar de app
En la Unidad de Mama del Centro Integral Oncológico Clara Campal, situada en el Hospital de Madrid – Universitario Sanchinarro, trabajan diferentes especialistas dedicados al cáncer de mama. Cada caso es analizado de manera individual por un comité de expertos. Además de tratar la enfermedad, desarrollan proyectos solidarios y de sensibilización (elaboración de documentales), emocionales (talleres de psicología para personas que padezcan la enfermedad) y científicos (desde su creación ha realizado ya 10-12 ensayos clínicos).

En esta unidad se da mucha importancia a la labor de acompañamiento e información de las afectadas por lo que, en colaboración con Wake App, ha creado Contigo, la primera aplicación para iPad gratuita, para mujeres con cáncer de mama.

7. Compartido se hace más fácil
Como cada año, el objetivo de la Campaña de Concienciación sobre el Cáncer de Mama de Estée Lauder es unir a la comunidad global del cáncer de mama. Bajo el lema Every action counts, la firma beauty quiere dejar claro que hasta el mínimo segundo dedicado a este asunto es importante, e invita a todo el que quiera ayudar, a compartir a través de su web o del hashtag #BCAstrength la forma en que aportan su granito de arena. Por cada acción compartida en ambas plataformas, las firmas del grupo Estée Lauder donarán 25 dólares para fomentar la investigación en este campo.

8. En caso necesario, haz como Angelina
El cirujano Antonio de la Fuente opina: «El gen BRCA (nombre debido a su denominación inglesa BReast CAncer) es un gen humano que pertenece al tipo de los genes supresores de tumores. Su alteración conduce a un mayor riesgo para desarrollar cáncer de mama. Según el Instituto Nacional del Cáncer, el riesgo de que se le diagnostique dicho cáncer en el trascurso de su vida es de 5 veces mayor que el de la población general (60% aproximadamente).

Por tanto, en este tipo de mujeres está totalmente justificada la mastectomía subcutánea profiláctica con objeto de reducir el riesgo de padecer dicho cáncer. En esta intervención se extirpa la mayoría del tejido mamario, si bien no su totalidad, ya que hay que mantener a nivel de la areola y pezón, con objeto de que en estos sobreviva un cierto tejido mamario. Esta intervención se acompaña habitualmente (en caso de que la paciente así lo desee) de la reconstrucción mamaria inmediata mediante implantes, con objeto de restablecer física y anímicamente a la paciente a su aspecto y vida normal lo antes posible».

9. ¡Atención a la vitamina D!
Un reciente meta-análisis realizado por investigadores de la Universidad de California San Diego y publicado en la revista Anticancer Research ha demostrado el efecto protector de altos niveles de vitamina D ante el riesgo de morir de cáncer de mama. «Al parecer, las células cancerosas tienen receptores de vitamina D que activan una proteína que bloquea la división celular», explica el Dr. Ángel Durántez, director médico de Neolife. La conclusión del análisis fue que no hay razón alguna para esperar a más estudios científicos para recomendar la suplementación con vitamina D en dosis seguras para sobrepasar los 30 ng/mL.

Además, otro meta-análisis publicado en la revista Breast Cancer Research and Treatment, asoció los altos niveles de vitamina D en plasma con un mejor pronóstico del cáncer de mama en estadios iniciales. Cerca del 39% de las 5.691 mujeres con cáncer de mama recién diagnosticado presentaron bajos niveles de vitamina D. Estos bajos niveles se correlacionaron con el doble de probabilidades de tener una recaída del cáncer y con un incremento del riesgo de mortalidad del 76%.

La vitamina D inhibe el crecimiento de las células tumorales, la angiogénesis, la inflamación, la invasión celular y metástasis, todo lo cual ayuda a combatir el cáncer de mama. Recuerda que, aunque también puede obtenerse de algunos alimentos, la fuente principal de vitamina D que tiene nuestro organismo es el sol. La vitamina D se produce de forma natural por el cuerpo humano cuando se expone a la luz solar directa. Aún así, recuerda que los alimentos ricos en vitamina D son: pescados azules, huevos, setas y, por encima de todos ellos, el aceite de hígado de bacalao.

10. La medicina avanza
Se da luz verde a la combinación de dos nuevos medicamentos frente al cáncer de mama metastásico. Siempre en pacientes que hayan progresado tras una terapia previa. Los fármacos son Tyverb (el lapatinib de GlaxoSmithKline) y Herceptin (el trastuzumab de Roche).

El uso de esta combinación se autoriza para pacientes cuyos tumores sobreexpresan HER2 (ErbB2) con receptores hormonales negativos (RH-) que hayan progresado a una terapia previa con trastuzumab en combinación con quimioterapia. Los estudios han demostrado que ambos fármacos permiten un incremento de la mediana de la supervivencia global de 8,3 gracias a lo que se denomina doble bloqueo vertical. Además, el estudio demostró que la combinación de lapatinib y tratuzumab era bien tolerada sin toxicidades añadidas a las de los compuestos por separado. En concreto, la incidencia de efectos adversos fue similar en ambos brazos de tratamiento (94% frente a 90%).

Si quieres poner tu granito de arena puedes sumarte a una de las muchas iniciativas a tu alcance. Pequeñas donaciones en forma de compras para tu neceser o tu armario:

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