Las series Física o Química o Skins nos hicieron creer que las generaciones que nos venían pisando los talones tendrían la libido de Michael Douglas. De ahí que los millennials sean también conocidos como ‘The Hook-up Generation’, es decir, la generación de los líos de una noche. Pero estas etiquetas y suposiciones no concuerdan con los datos de los sucesivas investigaciones que intentan entender a los jovencitos (aunque algunos no tanto) milénicos. Uno de los últimos estudios de Archives of Sexual Behavior señala que los millennials tienen menos actividad sexual que los miembros de la Generación X y que los de la Generación Baby Boom. Concretamente menos que ninguna generación en los últimos 60 años. El 15% de los jóvenes de entre 20 y 24 años no han practicado sexo desde los 18 años. Por si fuera poco, los estudios señalan que los más jóvenes serán además sexualmente menos activos en su madurez que las generaciones previas. ¿Está la ausencia sexual de moda? Y si es así… ¿queremos estar a la cabeza de las tendencias?

¿Por qué las nuevas generaciones tienen menos sexo que los demás? © Mondadori Photo

Como no podía ser de otra forma, muchos encuentran en las dating apps a una de las responsables de esta corriente: “Estas aplicaciones ponen el punto de mira en la apariencia física, y este factor deja fuera a una gran parte de la población. Para los que tienen una apariencia normal -dado el culto al cuerpo y la superficialidad tan extendida-, el matrimonio y las relaciones estables se erigían antes como los ámbitos en los que poder practicar más sexo. Estas apps hacen que la gente tenga menos posibilidades y que terminen por dejar de buscar pareja”, cuenta el experto en millennials (sí: existen especialidades de esta índole: Linkedin cada vez tiene una variedad mayor de trabajos) Jean Twenge al Washington Post.

Otros apuntan al trabajo, y concretamente al mucho tiempo que se le dedica, como otra de las razones que llevan a practicar menos sexo. Su dedicación hace que teman meterse en relaciones que les roben tiempo y terminen por mermar sus logros laborales.

Y así todo el rato.

Pero entonces, ¿las dating apps ayudan o ponen trabas? Aunque creamos que la tecnología favorece las relaciones, en cierto modo también promueve una comunicación anti sexual que hace que pasemos más tiempo solos. Incluso ya hay usuarios de Tinder que piden en sus perfiles quedar para dormir abrazados… sin sexo mediante. ¿Quizás necesitemos más afecto que sexo? ¿Es el abrazo el nuevo sexo?

Los que desconfíen de los estudios han de saber que el bajo índice de natalidad ha hecho que en Suecia se promulguen las bondades del sexo entre los ciudadanos, cuando antes se enfatizaban sus peligros para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Lo cierto es que si realmente los millennials practican menos sexo porque están agobiados con el ritmo laboral en el que nos sume la sociedad, quizás sería conveniente recordarles que uno de sus beneficios es disminuir el estrés. Es decir: pueden cambiar la valeriana por un buen arrumaco. Y si el trabajo empuja a algunos al insomnio, deberían saber que tras mantener relaciones sexuales, liberamos la hormona prolactina, encargada de la somnolencia y la relajación. Es decir: pueden cambiar la Dormidina por otro buen arrumaco. Y por dar otra razón por la que el sexo debería estar presente en nuestras vidas, si tanto nos preocupa tener una silueta envidiable, ¿por qué no señalar que el sexo es en sí un maravilloso ejercicio físico? Es decir: pueden cambiar el gimnasio por la cama. ¡Si todo son ventajas!

Millennials del mundo: practicad más sexo. Hacedlo. Aunque si no hacéis caso de nuestras recomendaciones, quizás nos estéis dando material para un nuevo artículo. Y eso siempre es de agradecer.