La mezcla exótica entre el look de las hermanas Kardashian y la vida de los peshmergas (soldados kurdos) ha hecho que Helly Luv –iraní de 27 años– se convierta en la Shakira kurda. Helen Abdullah, más conocida como Helly Luv, manda un mensaje al Estado Islámico en su última canción: Revolution. Ella pertenece –por lo menos en espíritu– a las YPG: la división de mujeres kurdas que luchan contra el Estado Islámico (EI) en el norte de Siria. Revolution, cuyo vídeo se rodó en un pueblo al sur de Mosul ya tiene más de 1.200.000 reproducciones en Youtube y en la letra llama a todo el mundo (en especial al pueblo kurdo) a levantarse contra el EI, a no tener miedo y a caminar unidos para que la oscuridad no les absorba.

Con 18 años viajó a Los Ángeles desde Finlandia, país en el que se refugió con su familia huyendo del régimen de Sadam Husein que perseguía a los kurdos. Gastó todos sus ahorros en el viaje para probar suerte en el mundo de la música pero la jugada no le salió muy bien. Conseguir el sueño americano a la primera es como querer encontrar aparcamiento un viernes noche en el centro de Madrid: muy difícil. Cuando estaba a punto de dejar Los Ángeles la discográfica G2 Music le ofreció un contrato. Esta discográfica con base en Los Ángeles fue creada  en 2012 por Gawain G2 Bracy II un niño prodigio de la música (artista y productor) que decidió montarse por su cuenta después de estar unos años trabajando para un subsello de Atlantic Records. De momento no hay disco a la vista y G2 Music parece estar rentabilizando el éxito de Helly Luv con la fórmula track by track. Su primer fue single Risk it All:

La imagen de Helly Luv es una mezcla entre el oriente más opulento y las convicciones de lucha más firmes. Su cabello negro, hasta la cintura, ha dejado paso a un rojo intenso (más cerano al tono de la sangre que al popularizado por Valentino). Es habitual verla con monos militares, zaubs, pañuelos palestinos anudados en el pecho en forma de cruz y vestidos largos.

A The Lion Girl, como ella misma se hace llamar, también le va el oro. Lo disfruta en varios formatos: anillos en forma de fusil, cadenitas al cuello, pulseras, pendientes de aro, medallas y bordados. También lleva cinturones de balas doradas que lleva a modo de cinturón, cruzado en el pecho y en forma de pulsera.

Todo junto, ningún complemento por separado. / © Instagram @hellyluv
Todo junto, ningún complemento por separado. / © Instagram @hellyluv

Pero todo está ahí por algo. Por ejemplo, haciendo zoom en los zapatos dorados que luce en el vídeo de Revolution descubrimos que los tacones simulan en realidad dos pistolas:

Pisando fuerte sin apretar el gatillo./ © Instagram @hellyluv
Fotograma del vídeo ‘Revolution’. Instagram @hellyluv

De muñeca para abajo Helly Luv tampoco escatima. Lleva las uñas siempre perfectas, muy largas, relucientes y decoradas. De hecho, podríamos describir a sus manos como Las mil y una noches del nail art.

Más es más. Siempre./ © Instagram @hellyluv
Más es más. Siempre./ © Instagram @hellyluv