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La niña bonita no podía llegar de otra manera que no fuera celebrando una gala de premios por todo lo alto, con artistas invitados de la talla de Vetusta Morla, Sidonie, Ariel Rot o Zahara. Todos ellos quisieron estar junto a Rolling Stone en su quince aniversario, celebrado el pasado martes en la sala Joy Eslava de Madrid en una noche donde la buena música hecha dentro de nuestras fronteras era la gran protagonista.
Como la ocasión lo merecía, el maestro de ceremonias no fue elegido, precisamente, al azar: Quim Gutiérrez fue el encargado de unir, uno tras otro, los premios entregados con las actuaciones de los artistas que allí se dieron cita, coronados con un concierto de Sidonie al finalizar la gala, cuando los nervios se habían calmado y la cerveza pasaba a ser la gran protagonista en las charlas de los invitados.
Entre los ganadores no faltaron Belako como Mejor grupo/solista revelación, Carlos Cross a Mejor canción del año por La Distancia, Silvia Pérez Cruz y Raúl Fernández como Mejor grupo/solista del año, Manolo García a Una vida rock y los grandes vencedores, Vetusta Morla, con dos galardones a Mejor disco del año por La Deriva y Mejor grupo del milenio. Vaya, que la troupe de Pucho no se fue, precisamente, con las manos vacías (y por eso tuvieron un regalo a cambio con el público: un acústico improvisado de su tema Los Buenos que puedes ver aquí).
El punto de humor estuvo a cargo de Raúl Cimas, quien recibió el premio Actitud Rolling Stone de manos de su chanantísimo amigo Joaquín Reyes: “Le dan este premio porque come a deshoras, se embriaga y tiene cierto gusto por el desaliño”, dijo el manchego antes de dar el galardón.
Y no solo de músicos va la cosa, porque los que “hacen que los dioses del rock bajen a visitarnos cada mes” (en palabras de Quim), también se merecían su momento estrella: la redacción de Rolling, con su director Iñaki de la Torre a la cabeza, subió al escenario para soplar las velas de una tarta gigante de cumpleaños que celebraba las quince primaveras de la revista musical más icónica del mundo. ¡Y que sean cien (mil) años más! ¡Felicidades!
