Nosotros en la noche, la esperada cinta que reúne a Jane Fonda y Robert Redford 50 años después de su emblemática Descalzos por el parque, parte de un par de premisas muy revolucionarias. Tanto que, probablemente, la idea de trasladar a la pantalla el libro de Kent Haruf difícilmente hubiera llegado a buen puerto (a las salas de cine) si no fuera por la aparición de los nuevos personajes que están revolucionando el sector y tomando decisiones arriesgadas. En este caso, Netflix.

Tras triunfar en el Festival de cine de Venecia, donde ambos recogieron el León de Oro por sus carreras, la cinta llegará Netflix el próximo 29 de septiembre. Dirigida por Ritesh Batra, nos presenta a dos vecinos viudos que deciden pasar las noches juntos, sin ningún tipo de intención sexual. Una premisa que se irá desarrollando hasta presentarnos una historia de amor con un esquema que nos suena pero que, a la vez, resulta muy innovador: esta vez, ¡los protagonistas han pasado la barrera de los 60 años! Y además (¡ADEMÁS!), los dos tienen la misma edad, porque el hecho de que la mujer sea mucho más joven que el hombre es también una costumbre dentro de los romances hollywoodienses.

© Cortesía de Netflix

¿Acaso es que a partir de cierta edad no nos podemos enamorar? ¿Por qué todavía hay temas tabú en la industria? En palabras de Francisco Javier González, experto en gerontología, la idea de la vejez que se presenta es la misma que hace un siglo: «Esa imagen, ahora obsoleta, fue principalmente promovida y difundida eficazmente por el cine en el siglo pasado y luego reproducida y copiada por la publicidad, la televisión y los medios, haciendo de la imagen juvenil la única aceptable para el sexo, el trabajo, la aventura y el valor, algo que hoy sabemos no se corresponde en absoluto con la realidad», explica.

La posibilidad de que salte la chispa, erótica o sexual, es invariable a cualquier edad, comenta González. Otra cosa es el estereotipo que la moral social y las imágenes repetidas en la cultura popular nos transmiten: «Aunque parece que vivimos en una sociedad muy moderna y evolucionada, la realidad se sigue ocultando. De puertas para adentro estamos mucho más actualizados. Una película como Nosotros en la noche puede ayudar a poner las cosas en su sitio. El cine nos perturbó la imagen de las relaciones en la vejez y quizá solo el mismo cine lo puede restaurar». Superada y entendida la noción de que las personas mayores se enamoran y tienen relaciones, hace falta dar un paso más, concretamente el que les afecta a ellas.

© Cortesía de Netflix

Porque si hay un mantra no escrito en las colinas de Hollywood es que los hombres ganan con los años. Sus compañeras, no. Y existen múltiples ejemplos que corroboran este hecho; por ejemplo, podemos mirar hacia las parejas que ha tenido el propio Redford en su carrera: en Íntimo y personal (1996) compartía cartel con Michelle Pfeiffer, 22 años más joven. Ahora Pfeiffer tiene la edad que tenía él cuando rodaron aquella película, pero hace tiempo que a la actriz dejaron de llegarle papeles protagonistas…

Y no porque ella no lo valga ❤️

Lo habitual en las parejas del cine es que ellos superen en edad a ellas. Para la escritora y crítica de cine Pilar Aguilar esa diferencia tan marcada se debe a una «concepción profunda patriarcal» patente en el cine: ellos protagonizan y viven las aventuras entre ellos. Son los seres humanamente interesantes, los verdaderos sujetos. «El interés de ellos reside en su cualidad de sujetos.  Las mujeres en cambio son marginales a la historia y, al margen de su cuerpo, no tienen gran interés. Ellos adquieren ‘poso’ y fama con los años y las películas. Ellas no», añade.

Es difícil ver a mujeres maduras en la pantalla. Pocas veces consiguen superar la barrera de los 40 con papeles que vayan más allá de la madre del héroe; mientras que la de los 50 es prácticamente insalvable para las mujeres. Estas imágenes y esta implantación en el cine nos llevan a la aceptación de que «es lo que hay», explica Aguilar. «Todo el mundo, excepto las personas con conciencia feminista, acepta que las cosas son así». Por desgracia el cambio tardará en llegar. «La estructura patriarcal es poderosísima. Es un pilar básico de nuestras sociedades», asegura la escritora, «lo que cambia es la posibilidad de que haya films de vez en cuando que rompan los esquemas, pero la producción mayoritaria no los romperá. Sólo le dará retoques», reflexiona.

© Cortesía de Netflix

Por eso esta nueva producción revoluciona, a su manera, el estereotipo. Cuenta una historia de amor de gente corriente en un momento de sus vidas en el que descubren que hay tiempo para la ilusión, tratándose como iguales, de tú a tú.

Puede que nos cueste ver a ambas estrellas como personas comunes. Nos conquistaron para siempre al descubrirles juntos en aquella comedia neoyorquina. No obstante, si estaban así de seductores descalzos por el parque, también lo estarán juntos en la intimidad de la noche… ¿quién mejor que ellos para demostrar que hay historias más allá de los clichés?