Has quedado para cenar con tus amigas. Hoy toca noche de chicas. Una de ellas (sospechosamente) ha insistido mucho, así que algo te hueles. ¡¡¡¿Estará embarazada?!!! Pero antes de que sirvan los entrantes, grita emocionada: “Chicas, que me casooooooooooooooooo”. Todas os ponéis como locas, la abrazáis, besáis, la acribilláis a preguntas sobre la fecha, el sitio, el vestido… Y de pronto te viene a la cabeza LA DESPEDIDA DE SOLTERA. Entonces empezáis a soltar ideas: un fin de semana loco en Ibiza, una pool party a todo trapo, una escapada a París… Pero del dicho al hecho hay un trecho. Y esto es lo que realmente va a suceder:

© Fotograma de 'Bachelorette' (2012)
© Fotograma de ‘Bachelorette’ (2012)

El grupo de Whatsapp
Ha llegado la hora de reunir a todas las invitadas a la despedida en una misma conversación para organizar e intercambiar ideas. Comienzas incluyendo a tu círculo de amigas pero acabas metiendo (por obligación) a las primas lejanas y las compañeras de trabajo. Sobra decir que no todas te caen bien. Todo el mundo empieza a opinar. Nadie está de acuerdo y se empieza a crear un grupo paralelo en el que tus amigas critican a la primas lejanas que no quieren ni moverse de Madrid. Todo se lía. Tienes en la aplicación 270 notificaciones y, al contestar poniendo a las primas verdes en el grupo paralelo, te confundes y acabas haciéndolo en el de ‘Despedida Puri-emoji de sevillana’. La has liao’ parda. Silencio dramático. Nadie contesta y todo el mundo hace como que no ha pasado nada. La próxima vez será mejor hacerlo formal, vía email…

Oops...
Oops…

Buscar el destino
Tú quieres ir a Ibiza, la mitad de tus amigas a un spa, la otra mitad a París, y las primas lejanas a una casa rural perdida en medio de la sierra madrileña para cantar alrededor de una fogata. ¿Sin discotecas? ¿Sin desconocidos con los que interactuar? ¿Sin barras de bar a las que subirse a bailar? Por supuesto, por lazos de sangre y otras inspiraciones divinas, gana la casa rural. Y tú no sabes si llevar un camión de alcohol o las botas de trekking. Esto no va a salir bien…

"Me abuuuurrooooooo"
«Me abuuuurrooooooo»

El debate del disfraz
Pasado el mal trago por tu cagada monumental, la conversación sigue. En ella hay tres tipos de personas: las que quieren buscar un disfraz divertido, al fin y al cabo es una despedida de soltera; las que bajo ningún concepto quieren disfraces, tienen un sentido del ridículo desarrollado hasta en los casos en los que hay que perderlo; y las que buscan algo para ir monas. ¿Monas? A ver, que tampoco es cuestión de hacer la vida imposible a la pobre novia, pero para disfrazarse de cat woman sexy ya está la fiesta de carnaval del barrio. Al final todo queda en camisetas negras y vaqueros para las amigas y, para la novia, diadema de princesa comprada en el chino y camiseta especial con un mensaje tipo: ‘game over’, ‘del grupo de las solteronas al de las señoras’, ‘estamos de despedida’, ‘Marta se casa’… «QUÉ BIEN», piensas. Aunque, pensándolo mejor, qué más da, si vais a estar solas en una casa rural perdida en medio del bosque.

Posiblemente la conversación del disfraz sea la más complicada...
Posiblemente la conversación del disfraz sea la más complicada…

El regalo
Nuevamente división de opiniones: están las partidarias de no regalar nada y las partidarias del camisoncito sexy. El grupo se separa y cada uno regala (o no) lo que le da la gana.

"Andaaaaaa, pero si es un camisón negro de Oysho, ¡QUÉ INESPERADO!"
«Andaaaaaa, pero si es un camisón negro de Oysho, ¡QUÉ INESPERADO!»

Todas a hacer la compra
Antes de encerrarse en esa casa perdida en medio de la nada, necesitáis víveres para sobrevivir así que, antes de poner rumbo en carretera, os dais una vueltecita por el supermercado. Por supuesto aquí también hay división de opiniones. ¿En serio hay que hacer un drama hasta por el súper en el que comprar? Los finalistas han sido: Makro, porque la prima de una de las del grupo (todos tenemos un conocido que una vez fue y dijo aquello de que “para comprar grandes cantidades te compensa”); Mercadona, porque la marca blanca sale muy baratita; y el El Corte Inglés de la salida de la carretera de Burgos, que pilla de camino. Por supuesto tú, que conduces, eliges El Corte Inglés porque es lo más cómodo. Pero ya sabes que acabarás en el Mercadona que pille más a desmano.

Y entonces toca pasar por caja…
Todo ha salido adelante gracias a tu tarjeta de crédito. No es la organización que esperabas pero ya te da igual. Tienes la cabeza como un bombo; tu jefe está a punto de despedirte por estar todo el día mirando WhatsApp  y ya no aguantas más a las primas segundas que todo lo critican pero nunca aportan nada, ni mucho menos dinero. ¿Por qué aún no han pagado su parte? Te enfadas y te prometes que será la última vez que te encargues tú de todo… pero sabes que, en cuanto haya un nuevo sarao’, vas a volver a ponerte al mando y pagar por adelantado.

¿Es que nos tenemos que poner en modo Rihanna aquí O QUÉ PASA?
¿Es que nos tenemos que poner en modo Rihanna aquí O QUÉ PASA?

El gran día
Tú eras más de sorprender. De esperar a la novia un viernes a la salida del trabajo y secuestrarla. Pero en el grupo, por unanimidad, decidieron que había que consultarle para saber cuándo le venía mejor y que tuviese tiempo para preparar su maleta. Así que tu amiga está más que preparada esperando que su squad ponga con ella rumbo a… ¡Sagrillas! O algo parecido.
Nada más llegar, las ordenadas colocan la compra; tus amigas la “disfrazan” con las camisetas… y tú te sirves unos copazos con las primas lejanas. Acabáis bailando reggaeton como mejores amigas. Al cabo de cuatro horas, una se encuentra mal, otra la acompaña al baño… Y acabáis metidas en la cama a las 10 de la noche durmiendo la mona. ¡Se acabó la fiesta, majas! ¡Nos vemos en la boda!

"Baila, baila, bailando vaaaa; baila, baila, bailando ¡HEY!"
«Baila, baila, bailando vaaaa; baila, baila, bailando ¡HEY!»