«Manolete, si no sabes torear pa’ que’ te metes»: podría ser el resumen (minimalista y un tanto rural pero totalmente acertado) de lo que ha pasado con una de las teorías más controvertidas de Sigmund Freud: la ciencia de nuestros días ha echado por tierra algo que nosotras ya intuíamos desde hace mucho (y que había sido rebatido en varias ocasiones). Mala suerte para él, aunque seamos sinceros, no va a enterarse, y un gran ‘hip hip hurra’ para todas las clitorianas del mundo. Amigas, no sois raras. Y lo dice gente más lista que yo sí, mamá, sé que para ti no hay nadie más listo que yo.

Las teorías de Freud han marcado nuestro concepto de sexualidad durante mucho tiempo.
Las teorías de Freud han marcado nuestro concepto de sexualidad durante mucho tiempo.

Orgasmos clitorianos y enfermedades mentales

Tanta alegría y alboroto se debe a que un estudio científico publicado el mes pasado por el Journal of Sexual Medicine ha desmontando la teoría que sostenía Freud sobre las mujeres puramente clitorianas, un pensamiento que ha acarreado prejuicios sobre nuestra sexualidad durante más de un siglo. Nos referimos a las mujeres que solo llegan al orgasmo cuando su pareja consigue dar con el garbancito del placer, frente a las pocas que lo consiguen exclusivamente mediante penetración (solo entre un 3 y un 10%).

Según el psicoanalista, el éxtasis de las féminas clitorianas estaba directamente relacionado con problemas de salud mentales y sugería bastante directamente que dichos orgasmos eran inferiores a los vaginales.

Lo que lees, amiga. Pero cálmate, que unos científicos muy listos ya han dicho que no es verdad.
Lo que lees, amiga. Pero cálmate, que unos científicos muy listos ya han dicho que no es verdad.

¿En qué se basaba la teoría de Freud?

El psicoanalista checo creía que solo las niñas, adolescentes y por ende, las mujeres inmaduras, conseguían el éxtasis a través del clítoris. Por el contrario, cuando una fémina maduraba podía alcanzar el orgasmo a través de la penetración. Todo muy psicológico, vaya. Un enfoque que no convenció a muchos de sus colegas pero que fue dejando un poso en la mentalidad masculina durante décadas. Esa convencida de que si las mujeres no disfrutan con el coito es porque algo está mal en ellas.

De hecho, aún hoy el orgasmo clitoriano es visto con recelo por muchos hombres; quizá por aquellos que nunca llegaron a entender por qué las mujeres podían necesitar algo que estuviera más allá de lo que ellos servían: la penetración.

Venga Sigmund, no te pongas así que en otras cosas diste en el clavo.
Venga Sigmund, no te pongas así que en otras cosas diste en el clavo.

Clitorianas o vaginianas, todas sanas por igual

Para realizar el estudio, la investigadora Nicole Prause utilizó una muestra de 88 mujeres. A todas ellas les hizo pasar por un test para medir su salud mental y, una vez realizada la prueba psicológica, les preguntó cuál de los dos orgamos habían experimentado recientemente. Recuerda amiga que hay chicas que pueden alcanzar los dos. Malditas.

Ni te miento ni es cosa de magia, Harry. Así que tranquilito.
Ni te miento ni es cosa de magia, Harry. Así que tranquilito.

Tras esto, Nicole les hizo ver segmentos de películas, algunas eróticas y otras no. Esto es muy como lo de los pimientos de Padrón. Finalmente, los resultados indicaron que no hay ninguna evidencia científica por la que el orgasmo clitoriano sea inferior al vaginal. ¡Bravo! Además, tampoco se encontró conexión alguna entre enfermedad mental y clímax clitoriano.

¿Y qué sacamos en claro de todo esto? Pues que como siempre, en la cama eres tú la que decides lo que te gusta y cómo te gusta. Si eres clitoriana, guay. Vaginiana me encanta que el corrector intente ponerme virginiana, guay. Y si eres de las dos, escríbeme para contármelo, campeona.

Hasta Samantha Jones quiere brindar por esta estupenda noticia. Si es que esta chica es lo más.
Hasta Samantha Jones quiere brindar por esta estupenda noticia. Si es que esta chica es lo más.