Nos costaba asumirlo y aceptarlo, pero ya es una realidad que nadie puede negar: Operación Triunfo no solo es el fenómeno televisivo del año, sino también -y sobre todo- un dechado de virtudes, lecciones y toda una revolución (y no solo sexual).

Anoche, su gala número cinco comenzaba con un himno. La revolución sexual, un tema de La Casa Azul que habla de exactamente eso y anima al mundo a ser libre, divertirse y asumir su identidad sea cual sea, abría la noche con polémica a sus espaldas que se resolvió con elegancia, humor y abrazo a la diversidad. Pero esta actuación, tan pegadiza como reveladora, tan solo fue el pistoletazo de salida de una noche marcada por la tolerancia que ya se ha convertido en un hecho histórico en este país. Por eso no queremos dejar pasar el momento para ahondar un poquito más en todo lo bueno que nos está regalando esta edición de OT.

En todas esas lecciones que sin querer queriendo está dando a su público para sorpresa y alabanza de todos.

La revolución sexual. © Operación Triunfo

1. Nos ha enseñado cómo será la televisión del futuro

Había formatos que estaban comenzando a dilucidar esa simbiosis entre televisión e internet (pisando muy fuerte Masterchef en sus últimas ediciones). Pero hasta ahora ninguno había conseguido lo que ha logrado OT. Sus galas, en el prime time de los lunes, no anotan grandes porcentajes de audiencia (ni hablar de sus resúmenes diarios que han sido eliminados de la parrilla), pero cada día se convierten en Trending Topic en redes sociales. 

¿Por qué? Pues primero, porque todo su contenido está colgado en Youtube y puede verse las 24 horas del día. Y sí, por si alguien no se había enterado ya, la televisión a la carta es lo que queremos los millennials. Segundo, porque los triunfitos están aislados en la academia, pero tienen smartphones con los que se comunican con una audiencia insaciable de información instantánea. ¿¡Cómo iba a ser si no!? Un puñado de jóvenes encerrados sin redes sociales HOY es algo completamente antinatural. Y, tercero, porque lejos de grescas, guiones y polémicas, los concursantes de esta edición son reales, talentosos y buena gente. Por fin, esto es lo que vende.

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Pues nada "reflexión de hoy"

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2. Nos está enseñando lo importante que es la cultura musical española

“No veo nunca las galas, pero los miércoles cuando llego de trabajar me pongo en Youtube las clases de Guille Milkyway”, me confiesa un amigo muy melómano. Él ya lo sabe casi todo pero, aún así, las clases de cultura musical que el cantante de La Casa Azul da este año en la academia son imperdibles. Y aquí reafirmo: son una auténtica maravilla. OT es una masterclass tanto para los triunfitos como para los espectadores y, pasito a pasito, entre las clases de Guille y los temas que la dirección selecciona (aquí Mocedades, El Kanka o Luis Eduardo Aute, entre otros), está demostrando lo importante que es la cultura musical de un país y lo grande y bonita que es la nuestra propia.

3. Nos está enseñando que el esfuerzo y el trabajo priman sobre todo lo demás

Hay concursantes como Miriam que venían ‘con todo hecho’, con una gran voz y buena materia prima para ganar. Hay otros como Raoul por los que nadie apostaba nada en la gala cero. Pero ¡oh, sorpresa! se le ha dado la vuelta a la tortilla. Con trabajo y esfuerzo, sintiendo las cosas que se hacen y escuchando a quien puede enseñarte, se triunfa. Y para muestra, esta grandiosidad:

4. Nos ha enseñado a saber ganarse el respeto con educación

Como gran himno y actuación estelar de la noche, La revolución sexual no dejó a nadie indiferente. Desde el momento de su elección generó reacciones muy diversas. Aquí el comentario de una señora trasnochada que no estaba de acuerdo con la decisión de que los triunfitos interpretaran este tema, y la respuesta bravísima de Javier Calvo:

Y la de Noemí Galera, la directora, también (y también bravísima):

5. Nos está enseñando lo bonito que es enamorarse sin prisas

Amaia y Alfred ya son el #CoupleGoal más grande de la historia de este país. De hecho, ya son #Almaia. Su actuación de City of Stars fue mágica y su relación dentro de la academia se esta fraguando a fuego lento y con el romanticismo que todos nos mereceríamos (incluida la composición de una canción). Olé ellos.

6. Nos está enseñando a hablar abiertamente de lo que siempre hemos escondido

Conversación REAL entre Amaia y Aitana (las dos tienen 18 años y la inocencia más bonita jamás vista):
– Todavía queda tiempo para Navidad…
– Queda un mes, es una regla solo. Yo es que siempre pienso en reglas.
– Para un momento, yo tengo la regla para Navidad.
– Bueno no pasa nada, ojalá todos los males fueran como ese, Aitana. Por lo menos para Año Nuevo no la tendrás.

AMAMOS ‘MEDIR LA VIDA EN REGLAS’ COMO CONCEPTO.

7. Nos está enseñando lo importante que es luchar por aquello en lo que creemos

Y aquí, además de todo el programa en sí (y las tres lecciones que quedan), tiene mucho que ver nuestro querido Alfred. El triunfito catalán se presentó desde el inicio del programa como un chico culto y sensible, y no ha dejado de lanzar pequeñas píldoras de conciencia social tanto a sus compañeros como a la audiencia. Una de las primeras veces, cuando una de sus compañeras le llamó ‘nenaza’ y él contestó: «Eso es un poco sexista, ¿no crees?». «Tienes razón. Lo siento», replicó ella. Aplauso aquí.

Además, Alfred no deja de transmitir mensajes mirando a cámara y también con el simple hecho de elegir las camisetas que elige para vestirse: últimamente lo hemos visto con una que dice «Feminist» y otra de Proactiva Open Arms, una ONG que ayuda a los refugiados. Atentos cuando, al final del vídeo, dice que lo que acaba de hacer no debería aplaudirse (porque deberíamos hacerlo todos todo el rato, claro).

8. Nos ha enseñado a tratar cualquier tema sobre identidad sexual con naturalidad y a ser más tolerantes

Y aquí también tiene mucho que ver el mensaje transmitido a través de una camiseta. Javier Ambrosi llevaba una en la que se leía: «Protect Trans Kids» y ante la cual Marina no pudo no reaccionar. Abrazó a su profesor y le habló sobre su sexualidad, su novio trans y todos los casos de transexualidad que había en su vida. Así, con naturalidad. Con una sonrisa en la cara y siendo participante de un reality que se emite en la televisión pública. ¡Brava!

9. Nos va a enseñar qué es (de verdad) ‘LGBTIQ+’

Durante una de sus últimas clases, Los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrosi, directores de La Llamada) consiguieron sacar a la luz un gran problema de esta sociedad: aún no sabemos ni tenemos claro qué es y quién forma el colectivo LGBTIQ+. Tampoco tenemos claro cómo se llama en realidad ni para qué sirven estas etiquetas. La clase fue maravillosa, se convirtió en viral y culminó con la promesa de una nueva clase en la que todos estos términos quedaran cristalinos. ¡La esperamos, Javis!

10. Nos ha enseñado (y ha hecho historia haciéndolo) que cada uno puede amar a quien quiera

Anoche Marina era una de las nominadas y, como ocurre en cada gala, dos de sus familiares le daban una sorpresa en plató. Aparecieron su madre y Bastian, su novio. Y sí, es su novio trans, del que ha hablado en varias ocasiones a lo largo del programa. Y sí, son ideales juntos y se besaron así delante de todo el mundo. Naturalidad, libertad y amor a raudales. No hay nada que nos guste más.

https://www.youtube.com/watch?v=Ygb_oRGQD60

Y así acabamos. Pero solo por hoy. Porque, a pesar de esta larga y fantástica lista de lecciones, Operación Triunfo 2017 acaba de comenzar y, a juzgar por su trayectoria, aún tiene mucho que regalarnos.