Se mire por donde se mire, el Festival de Cine de Cannes nació como una cita revolucionaria; como un festival para boicotear a la Mostra de Venezia, que a finales de los años 30 se había convertido en un mero elemento propagandístico de los regímenes fascistas de Italia y Alemania. Quizá por ello llama poderosamente la atención que la convocatoria en la Costa Azul se haya ganado la cuestionable etiqueta de ‘el festival más conservador del panorama’. Pero no sin razón.

Brigitte Bardot en la edición de 1953. © Getty Images

Todo estaba calculado para que el 1 de septiembre de 1939 se abrieran por primera vez las puertas del festival de la Croisette, pero ese mismo día Hitler invadió Polonia trastocando los planes de los organizadores (y del resto del mundo, vaya), que cancelaron el neófito certamen. Hubo que esperar a 1946, ya acabada la contienda, para que la cita cinematográfica pudiera dar su primer pistoletazo de salida. Hoy se dará el número 70, un cumpleaños redondo envuelto una vez más en varias controversias.

Porque dos semanas de desfiles sobre la alfombra roja que más miradas atrae dan para mucho. Por la escalinata más fotografiada del mundo, con permiso de la del Met, han paseado todas las estrellas del firmamento cinematográfico. Y cuando decimos todas, son TODAS: de Sophia Loren a Grace Kelly, pasando por Cary Grant, Joan Crawford, Elizabeth Taylor, Paul Newman, Brigitte Bardot, Kirk Douglas, Bette Davis… La lista podría extenderse hasta el infinito.

El cartel de 1939: la edición que nunca llegó a celebrarse. © Getty Images

MIRANDO ¿AL FUTURO?

Estrellas de cine que esta vez, sin precedentes, compartirán paseíllo con protagonistas de dos títulos que no pasarán por las salas; se estrenarán directamente en Netflix: The Meyerowitz Stories y Okja, con Tilda Swinton. ¿Se han vuelto locos estos franceses? Eso parecía cuando el director del certamen, Thierry Frémaux (un hombre que es bastante de “donde dije digo, digo Diego”), anunciaba a los candidatos a la ansiada Palma de Oro hace un mes, con estas dos historias entre ellos.

Las plataformas de streaming son, para muchos analistas, el futuro de la industria cinematográfica (especialmente si esta no produce nada más que cintas de superhéroes, trilogías y remakes), y también para Frémaux, que entonces las calificaba como un “laboratorio de cine”. Un laboratorio que, sin embargo, va a tener que ir a experimentar a otra parte, porque si las cosas de palacio van despacio, las del aristocrático y añejo Cannes, más aún. Tras las presiones recibidas por las distribuidoras, el festival anunciaba una nueva norma la semana pasada: esta vez vale, se la han colaó, pero a partir de la edición de 2018, solo podrán optar a la Palma de Oro las películas que se exhiban en una sala de cine.

“Realmente empatizo con las preocupaciones de las salas de cine. Sin embargo, no creo que puedas forzar a la gente a consumir las cosas de una cierta manera. Ya no”, apuntaba con mucho atino al respecto el editor de Variety, Steven Gaydos.

Kate Moss y Johnny Depp eran la pareja del momento en 1997. Y también estuvieron en Cannes. © Getty Images

Un pasito de cangrejo que choca con la decisión de abrir el festival al que está siendo el verdadero laboratorio de los últimos años, la televisión. Durante este certamen se estrenarán dos series: los esperados regresos del Twin Peaks, de David Lynch, y de Top of the Lake, de Jane Campion (con Elizabeth Moss y Nicole Kidman).

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¿MACHISTA YO? ¡SI ME GUSTAN MUCHO LAS MUJERES!

Precisamente la directora neozelandesa, Jane Campion, es una vieja conocida en Cannes por ostentar un embarazoso título (para el certamen, no para ella): es la única mujer que ha ganado la preciada Palma de Oro en 70 años de historia.

Y ella da paso a la gran polémica que un año tras otro rodea a la cita en la Costa Azul: las acusaciones de machismo que esta vez llevan ya meses calentando. Concretamente desde que se revelara el cartel de la nueva edición, con una Claudia Cardinale innecesariamente adelgazada, Photoshop mediante. “Una imagen, emitida desde el soporte que sea, establece un diálogo con las personas que la reciben. (…) Ser conscientes de las preocupaciones y de los conflictos sociales con los que nuestras imágenes van a convivir no es tanto pedir”, solicitaba desde Huffington Post la experta en comunicación de género Yolanda Domínguez.

La liposucción digital a la que sometieron a Claudia Cardinale para que pudiera ser el cartel de la 70ª edición.

Pero ni los carteles, ni la polémica norma de calzar zapatos de tacón de hace dos años vienen solas. Todas estas controversias se entienden mejor si nos paramos a observar un escenario en el que la norma es la falta de representación femenina… más allá de la alfombra roja, claro. Porque Cannes, que se nutre (y patrocina) de los flashes, deja muy poquito espacio a las mujeres en el palmarés: “Les encanta que las mujeres tengan profundidad, pero solo en el escote”, rezaba un escrito publicado en Le Monde por el colectivo La Barbe en 2012, cuando ni una sola directora fue seleccionada como aspirante a la Palma.

Julia y George hicieron las delicias de los invitados el año pasado. © Getty Images

Porque al único galardón de Campion, en 1993 por El Piano, se unen otras cifras igual de sonrojantes. Como por ejemplo que solo 10 mujeres han presidido el jurado en más de 70 años o que esta edición, de las 20 candidatas a la Palma, solo tres películas han sido dirigidas por mujeres: Radiance, de Naomi Kawase; La Seducción, de Sofia Coppola; y You were never really here, de Lynne Rasay. “El certamen jamás elegiría una película que no lo merezca solo porque es de una directora”, replicaba un muy airado Thierry Frémaux, que también es fan de echar balones fuera señalando que en los Oscar son más sexistas aún. Bien.

El ganador de la Palma de Oro del año pasado, Ken Loach, tiene más trofeos que todas las mujeres del mundo juntas: dos.

A este hombre, tan preocupado por el futuro de las salas de cine, no parece quitarle el sueño sin embargo que la proporción de candidatos al galardón que fabrica Chopard sea de un 15% de directoras frente a un 85% de directores. Y eso en esta edición, que se ha dado mejor que la de hace cinco años en la que los marcadores fueron de 0% mujeres frente a un 100% de hombres. A este ritmo, para 2034 alcanzaremos ese 50-50 que esperaría la estadística.

Al director del festival, poco amante de las nuevas tecnologías, de los blogs, los selfies (los prohibió hace un par de años) o Twitter (“todo el mundo ha decidido publicar lo que pasa por sus cabezas”) tampoco parecen inquietarle mucho los datos del Centro Nacional del Cine de Francia, que señalan por ejemplo que una directora de largometrajes cobra un 31,5% menos que su homólogo masculino. Todo bien en la Galia del siglo III a.C.

Sofia Coppola es una de las tres mujeres candidatas a la Palma de Oro este año. Ella ya es una habitual en el festival al que acudía en el 79 junto a su célebre padre. © Getty Images

Un panorama poco halagador que, sin embargo, quedará sepultado esta noche en cuanto se extienda la alfombra roja y nos deslumbre con sus flashes. Porque eso sí saben hacerlo como nadie nuestros vecino, que se aseguran escotazos cada noche introduciendo al menos a una estrella de la red carpet en el jurado e invitando a las fotogénicas embajadoras de L’Oréal. The show must go on y de eso saben mucho en Cannes, fábrica de sueños, de arte… ¿y quizá algún día también de progreso?

Bella & Co. aseguran los flashes y los likes en Instagram (esos que tan poco gustan al director del festival). © Getty Images
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