¿Quién no se ha sentido a veces como una oveja en un rebaño durante una escapada turística? ¿Quién no ha querido perderse por una preciosa calle de cualquier ciudad o pueblo del mundo pero ha tenido que seguir el ritmo -a veces extenuante- del grupo detrás de un guía con banderita, paraguas o (versión moderna) palo de selfie agitado al viento

© Fotograma de 'Midnight in Paris' (2011).
© Fotograma de ‘Midnight in Paris’ (2011).

Muchas personas comienzan a reconvertir el concepto de turista en viajero, es decir: en disfrutar exactamente de aquello que quiere hacer sin tener que dar ninguna explicación. El turismo experiencial, o de experiencias, comienza a imponerse entre muchas personas que exprimen un determinado aspecto del destino para optimizar su experiencia.

“Hace unos años decidí hacer un viaje al sur de África”, explica Carolina, de 33 años. “Cuando busqué opciones, encontré prácticamente las mismas: un safari, una visita a un pueblo peculiar, conocer la cerámica que se hacía en tal lugar… Pero me daba la sensación de que todo era demasiado liviano, que no podría profundizar en lo que realmente me interesaba: conocer de primera mano el día a día de esos pueblos y sus habitantes”. Carolina optó, entonces, por el turismo experiencial: su viaje, de 20 días, consistió, claro, en ver ciudades y parajes naturales espectaculares, pero destinó cuatro de esas jornadas a vivir en una cabaña con una familia, ayudarles a hacer la comida, a ir a por agua, a irse a la cama con la puesta del sol y a levantarse en cuanto aparecían los primeros rayos: “Sentí que mi vínculo con esas personas y con esa tierra era mucho más profundo. Seguramente dejé de ver algunas cosas, pero lo vivido me llenó más que cualquier otra cosa”.

© Fotograma de 'Tracks' (2013).
© Fotograma de ‘Tracks’ (2013).

Destinos cercanos

Carolina vivió el destino pero, sobre todo, lo sintió. Algo que, aunque parezca mentira, también se puede hacer en lugares mucho más cercanos. Es el caso de los destinos que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, con la colaboración del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), premió hace un tiempo. Lo hizo teniendo en cuenta su capacidad para crear y paquetizar experiencias turísticas convertidas en casos de éxito e innovadoras para el turismo. Unas experiencias no solo beneficiosas para los propios viajeros, sino también para las poblaciones que las ofrecen: con ellas se consigue, por ejemplo, desestacionalizar el turismo –es decir, descomprimirlo de los meses de verano y alargar la temporada a otros meses del año– y ayudar a que destinos deprimidos (o simplemente, inexistentes en el mapa) tengan un lugar en él y no solo en Google Maps.

¿Quieres conocer algunos de estos ejemplos?

© Fotograma de 'Vacaciones en roma' (1953).
© Fotograma de ‘Vacaciones en Roma’ (1953).

Basquetour: el País Vasco a golpe de sensación
Desde 2006, Basquetour, la sociedad que el Gobierno Vasco creó para liderar el impulso e implementación de la estrategia de competitividad del turismo vasco, decidió poner a disposición de los viajeros una serie de experiencias hasta entonces alejadas de los circuitos turísticos habituales de la región. Algunos son tan apetecibles como estos:

  • Territorio Idiazábal. El viajero concentra su experiencia en el interior guipuzcoano, habitualmente ligado al pastoreo y – como ya habrás imaginado- origen del famoso queso Idiazábal. Detrás de él existe una tradición artesana única que ha preservado la esencia del oficio de su fabricación. Así, quien lo desee, puede visitar algunas de las queserías responsables de uno de los productos más deliciosos de España y aprender cómo se elabora, además de comerlo en compañía del resto de viajeros pero, también, del propio pastor. Una forma, además, de atraer a un mundo hasta entonces desconocido, el del turismo, a personas que no están relacionadas con él, y de revitalizar una zona en la que las opciones económicas se multiplican con las visitas.

    © Fotograma de 'Come, reza, ama' (2010).
    © Fotograma de ‘Come, reza, ama’ (2010).
  • Santurtzi: las ballenas y el mar. En este caso, la experiencia se vive en la costa vizcaína y en alta mar. Nada menos que una jornada entera –gustoso madrugón incluido- para buscar en el océano cualquier pista que nos lleve a avistar ballenas en el Cantábrico. En este caso, se pone a disposición de los viajeros un barco adecuado para la actividad, tanto por tamaño como por seguridad, y acompaña un experto que explicará debidamente qué tipo de cetáceo se avista, porque hay varias especies: cachalotes, orcas, calderón de aleta larga, rorcual común… Si quieres, puedes llegar a Santurtzi la tarde anterior para asistir a un seminario opcional (incluido en el precio) en el que te explicarán las nociones básicas sobre las especies a observar.

El vino es una fiesta
No, no pretendemos que sus efluvios no nos permitan enterarnos de lo que vemos, muy al contrario. Esta propuesta experiencial proviene de las logroñesas Bodegas Franco Españolas, a las que la ya típica experiencia de cata de vinos y maridaje con determinados alimentos se quedaba corta. Por ello, decidieron organizar fiestas y encuentros con el vino como motor. Uno de ellos es Hallowine, una visita temática el famoso día de Halloween en el que asistir a una visita teatratalizada de las bodegas. Otra opción es In love With Wine, para las más románticas –o ansiosas de novio-: se reúne a 20 personas, todas solteras y de diversas edades, alrededor del vino. La actividad está compuesta por 10 citas de 10 minutos con otras tantas personas en puntos diferentes de la bodega. En cada uno de ellos, decorado de manera diferente, la cita se desarrolla con un vino de por medio y un picoteo. Eso sí: no nos responsabilizamos de tu estado en la cita número 10, ni de que la elección pueda ser inadecuada a causa de él. ¡Bebe con moderación!

Una cata de vinos, descubrir un países motocicleta... las muchas posibilidades del turismo basado en experiencias. © Fotograma de 'Vicky, Cristina, Barcelona' (2008).
Una cata de vinos, descubrir un países motocicleta… las muchas posibilidades del turismo basado en experiencias. © Fotograma de ‘Vicky, Cristina, Barcelona’ (2008).

Pedales de lava
Esta actividad es, seguramente, una de las más experienciales, no solo por lo sentido, sino porque reinventa el concepto que todos podemos tener de un lugar. Si hasta ahora Lanzarote está más asociado a la playa y el mar y, en menor medida, a las maravillosas obras de César Manrique desperdigadas por la isla, ya podemos también decir que la bicicleta es otra opción consolidada de turismo. Es lo que ha provocado una actividad que se realiza nada menos que desde 2008 y que consiste en recorrer 247 kilómetros y 3.500 metros de desnivel acumulado a través de caminos, pistas y senderos alrededor de los volcanes que originaron la isla.

En el recorrido, los deportistas duermen en localidades ya establecidas, como forma de reflotar pueblos y villas fuera de cualquier circuito playero. Además, puedes adaptar el recorrido a tus capacidades: los hay de cinco días, pero también de seis y de siete para los más lentos, o incluso de cuatro para los que quieran superarse. Además, llevar guía es optativo, es decir, puedes hacer el recorrido a tu gusto y parando donde te dé la gana. Por cierto, esta iniciativa pertenece a otra más grande, Pedales del Mundo, dirigida a amantes de la bicicleta y con la que hacer recorridos turísticos en bici por diferentes lugares del globo.

Turismo experiencial

Buscounviaje.com
No todo son recorridos: también existen plataformas dedicadas a este tipo de experiencias, muy alejadas, por ejemplo, de las agencias de viaje tradicionales y que habitualmente operan por Internet. Un nuevo concepto que se está imponiendo y que es reclamo continuado para viajeros que buscan verdaderamente nuevas formas de viajar.

La web es una especie de intermediador entre las agencias de viaje especializadas y ese tipo de viajero que busca un recorrido, un trayecto, un viaje o una experiencia muy concreta. Aquello que imagines, en Buscounviaje.com intentarán ofrecértelo.

© Fotograma de 'Wild' (2014).
© Fotograma de ‘Wild’ (2014).

Para ello, utiliza un algoritmo que traduce tus deseos para ofrecerte una serie de agencias y sus respectivos paquetes que se adapten a tus deseos. La herramienta te ayudará a planificarlo todo, te ofrecerá consejos y, además, recomendaciones basadas en tus gustos destinadas a mejorar aún más tu experiencia. Lo atractivo, aparte de la conclusión –realización del viaje- es, sobre todo, poder jugar con lo que deseas y comprobar que existe una o varias opciones para ello.

Tus deseos son órdenes y, por fin, experiencias.