Ya lo cantaba Liza Minelli en uno de los números más recordados de la película Cabaret. Y que los Abba dedicaran una canción al vil metal tampoco es ninguna casualidad. Money, money, money, must be funny! El dinero mueve el mundo, y sí, sabemos que no es lo más importante en esta vida ni que tampoco da la felicidad, pero como asegura el famoso chiste, ayuda mucho a conseguirla. Por eso todos soñamos con ser ricos y jugamos a la Lotería con la esperanza de que una lluvia de millones nos retire para siempre. Pero por desgracia la estadística está en nuestra contra. Por ejemplo, las probabilidades de ganar el Gordo de Navidad son del 0,00001%. Mientras esperamos que llegue, tendremos que conformarnos con envidiar los caprichos caros de las celebs que leemos en la prensa cada día.

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Por ejemplo, se ha publicado que para la última visita de Beyoncé y Jay Z a París, en la que entre otros caprichos VIP el Museo del Louvre cerró sus puertas para que la cantante y su marido pudieran visitar sus obras sin colas ni aglomeraciones, la pareja viajó desde Estados Unidos en su jet privado valorado en 37 millones de euros. Igualito que nosotros buscando el vuelo más barato en las páginas que comparan precios de todas las compañías. Rihanna, por su parte, se gasta 38.000 euros a la semana en tratamientos de belleza. Aunque para extravagantes los casi 150.000 euros que Mariah Carey pagó este verano para que sus perros tuvieran tratamiento VIP en un hotel para canes mientras ella se iba de vacaciones.

Pero son los menos los que pueden permitirse estos gastos. Sgún el índice de consumo de lujo Unity Marketing, solo el uno por ciento de la economía mundial puede permitirse ese tren de vida en el que no hay que mirar nunca el saldo de la tarjeta. Y eso que, agrega el indicador CLEWI de Forbes, los productos de ultralujo han subido un 2,5 por ciento este año. ¿Caprichos? Un jet privado por más de 11 millones de dólares, caviar a 13.600 dólares el kilo, un bolso de Hermès de 7.300, un yate por cinco millones, dos entradas para la ópera en el Metropolitan de Nueva York por 4.570 dólares o unas sencillas sábanas de lino italianas por casi 3.000 dólares.

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Más allá de los más increíblemente adinerados, los ricos más comunes, para entendernos, también disfrutan de un nivel de vida inimaginable, lleno de caprichos y excesos. Para ellos, su tótem, por ejemplo, son los concierge, personas o empresas que hacen posible lo imposible y consiguen todo lo que necesitan y quieren.

Óscar Salmerón tiene una larga carrera como concierge en Attention to Details, empresa con más de 20 años en el sector trabajando con directivos, presidentes de grandes compañías, familias reales… «El lujo, como nosotros lo entendemos, está totalmente equivocado y no tiene que ver con las mejores marcas. La realidad del lujo está en el servicio, en servir literalmente a la gente. Ese es el gran lujo: las experiencias, las sensaciones. Puedes ir a un palacio o a un restaurante con tres estrellas Michelin, pero si el servicio no es bueno, no vale», asegura. Por eso, «el secreto es dar al cliente lo que necesita y eso no tiene por qué ser siempre lo más caro», agrega.

Deseos a la carta

Hacer realidad cualquier capricho. Ese es el trabajo de los conseguidores. Quintessentially es un exclusivo club privado con presencia en 65 países y servicio de concierge personalizado, por el que sus socios pagan entre 10.000 y 30.000 euros al año, explica Sergio Arana, director de Comunicación y Marketing. En Attention to Details se paga por el servicio demandado, aunque «lo caro es que les acompañemos» a los sitios, matiza Salmerón. Lo cierto es que las peticiones más comunes pasan por la gestión de los transfer aéreos, reservar hoteles, viajes y entradas de último momento para un gran partido de fútbol o un espectáculo. ¿Anécdotas? Desde una mujer que pidió el mismo césped del Bernabéu para su jardín hasta enviar una selección de quesos en 12 horas a Singapur para una cena, cuenta Arana. Virginia Ibáñez, directora de La agencia secreta empresa online de concierge de moda, cuenta que lo que más piden son bolsos y lo más caro, un Rolex de 50.000 euros.

Plan low cost: una pareja servicial o unas amigas con extra de tiempo pueden hacer el papel de concierge, estando bien atentos a los descuentos en páginas webs de restauración como Eltenedor.es o de viajes como Atrapalo.com.

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Top nannies

No, no hablamos de los regalos tan excéntricos que les hacen los famosos a sus hijos, sino de algo que la mayor parte de padres adinerados contrata. Óscar Salmerón explica que una cuidadora inglesa puede costar entre 2.500 y 5.000 libras, según sean internas o no. Las salus, enfermeras que cuidan del bebé en los primeros meses de vida, es otra petición y un regalo muy recurrente de las suegras. Paloma, de Salus bebés, apunta que un turno medio de unas diez horas para cuidar un bebé cuesta cien euros al día, aunque para estancias de entre uno y seis meses, es habitual cerrar un precio con la familia.

Plan low cost: tirar de la experiencia de los abuelos, la buena disposición de tíos y familia, un canguro o contratar a alguien por horas que cuide de los niños y limpie. Si son días sueltos, los precios oscilan entre 8 y 12 euros la hora; para los contratos diarios, entre 300 y 700.

@ Gonzalo Muiño.
@ Gonzalo Muiño.

¡Entréname! 

Aunque nos gusta creer que los millonarios se ponen en forma nadando en dinero como el Tío Gilito, Iván Perujo es el entrenador personal de las celebridades  patrias, lo desmiente. Desde futbolistas como Guti o Casillas hasta actores como Luis Merlo o cantantes como Malú, pero también varios de los millonarios más importantes de España, Ivan afirma que lo que más le piden es «adelgazar y perder grasa en tiempo exprés» y, para ello, ofrece su sistema de entrenamiento personalizado E-Fit, una innovadora máquina de electroestimulación integral que consigue, con 25 minutos semanales, el trabajo equivalente a una semana de entrenamiento convencional… Un bono de diez sesiones cuesta entre 350 euros en estudio, y 450 euros, a domicilio, y la tarifa mensual está entre 700 y 800 euros.

Plan low cost: nada mejor que el running, que además se ha convertido en los últimos tiempos en un fenómeno de masas. Y si correr te aburre, la solución es el gym. Hay tantos, y sobre todo, tantas ofertas anticrisis que es difícil dar un precio medio, aunque en grandes ciudades puede estar entre los 60-70 euros. Eso sí, las ofertas anuales o semestrales son mucho más económicas.

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We love shopping

«Un personal shopper es una inversión en tu imagen. Quizás hoy sea un servicio más elitista, pero cada vez
más clientas nos contratan y no siempre compran, sino que lo hacen para aprender qué les sienta bien, comparar o conocer otras tiendas», cuenta Bárbara Crespo. Una asesoría de imagen con ella cuesta 350 euros, ir de tiendas, entre 320 y 500 euros (4 u 8 horas). Ha visto cómo una clienta se dejaba 10.000 euros en minutos en un par de prendas en tiendas. 

Plan low cost: amigas de toda la vida que te digan qué te queda bien y webs como 24fab, que alquila vestidos de diseñador. Ejemplo: un vestido de Vivienne Westwood con un collar de Rocío Pontes por 99 euros.

 

@ Gonzalo Muiño.
@ Gonzalo Muiño.

Con chófer, por favor

Sabemos que a los ricos les encanta hacer acopio de coches de lujo y deportivos, pero esos solo están para la diversión. El chófer, ya sea privado o en momentos puntuales, es uno de sus must have. Vip Car Madrid es una de las empresas que se dedica a alquilar coches de gama alta con conductor. Un Mercedes clase S, el de mayor lujo que ofrecen, puede costar 175 euros las dos primeras horas (más de 192 euros con IVA) y, después, 45 euros cada hora (49,50 euros).

Plan low cost: Cabify es una app que nos permite solicitar un coche de alta gama con chófer privado para traslados en la ciudad y solo un poco más caro que un taxi. Entre sus fieles, la modelo Eugenia Silva. ¿Los precios? Un trayecto de la madrileña Puerta del Sol a Barajas ronda los 29 euros.

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Arte y joyas, a subasta

Sin ser la jequesa de Qatar, que se acaba de gastar nada menos que 106 millones de euros en un tríptico de Francis Bacon, en España también tenemos subastas de arte y joyas, como las de Ansorena. Las piezas más demandas, explica Elena Mato García-Ansorena, directora de Joyería y consejera de la casa, son los diamantes de gran tamaño, como uno de talla esmeralda que vendieron por 400.000 euros, y piedras preciosas, como una esmeralda colombiana de 180.000 euros. «Son clientes exigentes, que buscan piezas muy especiales y únicas», explica. Entre ellas, y dentro del mundo del arte, en su subasta se han comprado obras de Sorolla por 145.000 euros, o de Antonio López, por 480.000. Este mes ofertan una de Dalí (a partir de 24.000).

Plan low cost: en Ansorena también tienen joyas y obras a precios más ajustados que, ahorrando un poco, son una verdadera inversión. Como los broches de oro por los que se podrá pujar en diciembre desde 180 euros. O un grabado de Tàpies a partir de 150 euros. Otra alternativa es apostar por los diseñadores gráficos, que están despuntando. En la galería online Gunter Gallery puedes hacerte con una serigrafía de Ricardo Cavolo o BoaMistura por unos 200 euros.

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Multiplique sus euros 

Los poseedores de grandes fortunas pueden contratar un asesor personal o los servicios de banca privada, cuyas gestiones se pagan a comisión en función del patrimonio y el éxito, además del coste implícito que suponen las inversiones en fondos del propio banco. Para los más ricos hay gestores y asesores de patrimonio personalizados. Tienen sus propios family office y, como cuenta María, que gestiona la fortuna de un millonario español, el personal directo en un caso medio puede costar entre 200.000 y 500.000 euros al año. Su trabajo consiste en optimizar los dineros de los millonarios para que generen beneficios y puedan seguir haciendo frente a sus ‘necesidades’ y estilo de vida.

Plan low cost: lo más común, especialmente entre autónomos o pequeños empresarios, son los servicios de gestoría, con una horquilla de precios tan extensa que puede ir desde los 30 a superar los mil euros.

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Más que un viaje

No se trata de viajar, sino de conocer y vivir experiencias únicas. Silversea es una compañía de cruceros de lujo que hace realidad, además, aventuras muy exclusivas. Ahora están preparando un crucero para dar la vuelta al mundo durante 113 días. Hawái, Nueva Zelanda, Japón, Singapur, Sri Lanka o Egipto son algunas de los atraques de este viaje que cuesta 43.000 euros. Pero además, hay extras que permiten alargar el periplo con más destinos, cenar en
el palacio del sultán Ciragán en Estambul o ver atardecer sobre el complejo religioso del antiguo imperio jemer Angkor Wat en Camboya.

Plan low cost: meditar, buscar y seleccionar. Cualquiera puede organizar un viaje inolvidable, que es de lo que se trata, con tiempo y sin arruinarse, ni necesidad de ir de mochilero. Internet es el mejor aliado para ello. Busca ofertas de las compañías de bajo coste, ofertones de hoteles en webs de pujas como BidAway, hazte con una Lonely Planet y consulta recomendaciones en páginas como Minube.

 

@ Gonzalo Muiño
@ Gonzalo Muiño