Cuando Shailene Woodley (conocida por la saga Divergente) se enteró de que el director Oliver Stone estaba preparando un biopic sobre la figura de Snowden, le escribió una carta de agradecimiento. Un mensaje que casi inmediatamente le valió un papel en este proyecto que trata de arrojar luz sobre el controvertido personaje: para unos, traidor y para otros, héroe.

Shailene (Simi Valley, California, 1991) da vida a Lindsay Mills, la pareja sentimental de Snowden, Joseph Gordon-Levitt (Los Ángeles, 1981) en la gran pantalla. Gordon-Levitt (500 días con ella, Sin City) encarna a Edward Snowden, quien fuera empleado de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. (NSA), hasta que en 2013 revelara a la prensa los programas de vigilancia implementados a diestro y siniestro por la NSA, sin el conocimiento (ni consentimiento) de los ciudadanos (¡de todo el mundo!). Desde entonces, Snowden es persona non grata para el gobierno de su país, está perseguido y vive en las sombras en algún lugar de Rusia.

La película, que se estrena este fin de semana en España, ha tenido a ambos actores recorriendo el mundo en las últimas semanas. ¿Una de las paradas de la gira? En el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde nos encontramos con ellos. Dos personajes que, más allá de la rutina de su profesión, dedican sus energías y su tiempo libre a luchas reales: en el campo artístico, como Joseph, o en el político y social, como Shailene.

Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley en un fotograma de la película.
Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley en un fotograma de la película. © Cordon Press

Tras haber estado tan involucrados en la historia, ¿qué sentimientos os despierta Edward Snowden hoy?

Joseph Gordon-Levitt: La historia de Ed Snowden es complicada y por ende es muy peliagudo formarse una opinión al respecto. Puedo dar solamente una opinión muy personal sobre lo que hizo; hasta cierto punto puedo entender a la gente que le llama criminal: violó la ley al proporcionar documentos clasificados a los periodistas. Sin embargo, sus acciones permitieron que se develasen varias mentiras que nos conciernen y afectan a todos. Por eso puedo decir que me siento muy orgulloso de lo que hizo.

Shailene Woodley: Ed sentenció algo bastante acertado: “Cuando dices que no tienes nada que esconder en relación a tu privacidad, es como si afirmaras que no tienes nada que decir”. Espero que esta película estimule el diálogo entre amigos, en la familia, en la comunidad y en todo el mundo, sobre si estamos dispuestos a que nuestra privacidad sea violada a través del acceso sin consentimiento a información personal.

 

Oliver Stone es todo un icono en el mundo del cine, ¿fue intimidante trabajar con él?

JGL: Recuerdo que el primer día de rodaje hicimos la secuencia en el campo militar. La película comienza con ese entrenamiento y cuando estábamos preparándonos no dejaba de pensar: “Este tío (Stone) fue el que hizo Platoon y Nacido el 4 de julio… ¡Qué honor!”. Y fue eso, un verdadero honor trabajar con él.

SW: Es increíble todo el conocimiento que tiene sobre muchísimas cosas, es como una enciclopedia; y es un conocimiento que siempre está dispuesto a compartir. Durante los primero días de rodaje traté de mantenerme tranquila, de observar mucho y de aprender todo lo posible.

Los actores, junto a Oliver Stone, en San Sebastián. © Getty Images
Los actores, junto a Oliver Stone, en San Sebastián. © Getty Images

Tras tener acceso a mucha información, en cierto sentido, desagradable e incómoda, ¿pensáis que Estados Unidos es el país más importante del mundo?

SW: No sé si se puede llegar a decir eso. Lo que sí es cierto es que las decisiones que se toman en este país tienen un gran impacto para el resto del mundo.

JGL: Creo que esa pregunta remite a otra: ¿qué significa patriotismo y amar a tu país? Pienso que existen dos tipos de patriotismos, uno que te hace creer que todo lo que hace tu país es correcto, sin importar qué; sin cuestionarlo. Pero también hay otro que permite hacerte preguntas; un patriotismo posible en un país libre, donde existe democracia, como Estados Unidos o España. Hay países en los que no tienes el derecho a levantar la mano para formular tus preguntas como ciudadano, en los que no puedes ni siquiera expresar tus preocupaciones sobre ciertas acciones del Gobierno. Por eso considero un privilegio tener libertad de expresión, por eso amo a mi país y por eso me considero a mí mismo un patriota.

Los actores promocionando la película, esta semana en Suiza. © Getty Images
Los protagonistas de ‘Snowden’ promocionando la película, esta semana en Suiza. © Getty Images

Shailene, has estado muy activa protestando contra un proyecto petrolero cuya construcción significaría la contaminación de aguas subterráneas y afectaría el patrimonio de la tribu sioux [el lunes pasado la actriz fue arrestada tras participar en una protesta pacífica]. ¿Qué te motiva a entrar en este tipo de luchas?

SW: [Se ríe] Antes que nada tengo que aclarar que aún estoy en ello. Hace poco un tribunal decidió paralizar la construcción de ese oleoducto pero esto no es del todo una victoria, ya que el Dakota Pipeline Access aún está en pie, lo cual es terrible. La razón por la cual me involucré en eso es porque constituye tanto un tema ambiental como político, ya que todo lo que implique el sufrimiento y la represión de una comunidad es algo político. Luchar por mantener el agua limpia es actualmente un tema muy político, tal como la lucha por la privacidad.

En EE. UU. siempre se nos ha dicho cómo debemos vivir, o que la gente puede sobrevivir con 10.000 dólares al año… Existe mucha tensión, no solo aquí, en todo el mundo, pero lo más bonito de esta época que nos ha tocado vivir es que la gente se une para lograr cambios. Una muestra fue la acampada de más de 8.000 personas en Dakota del Norte, que sentó un precedente. Como mujer joven que piensa en tener hijos, me preocupo profundamente por la humanidad y por el planeta en el que vivimos. Pienso que tenemos que progresar como especie, pero protegiendo al mismo tiempo nuestro medio ambiente. Para mí no existe otra opción; en nuestras manos tenemos la responsabilidad hacia las futuras generaciones.

 

Joseph, ¿cómo llevas tu responsabilidad social como artista?

JGL: Pienso que el cine en sí es explícitamente político. Hasta las llamadas películas de popcorn llevan un mensaje que tal vez se haya puesto o no intencionalmente, la audiencia lo recibe y empieza a pensar en ello. Precisamente por esa razón tomo muy en serio mi responsabilidad: no se trata solo de entretenimiento. Me gusta tener muy presente ese pensamiento cuando trabajo en cine, televisión o en cualquier otra cosa que haga, porque todo aquello que he visto o escuchado tiene un significado para mí y ha contribuido a formar a la persona que soy hoy en día.