Stuart Vevers lleva cinco años a la cabeza creativa de Coach y su meta de reivindicar a la firma neoyorquina, la ha logrado. El inglés no solo le devolvió el lujo a una de las marcas más emblemáticas de la moda estadounidense, también se encargo de darle el sello prairie del que hablamos todas las temporadas. Catapultó su propia imagen del boho chic y la hizo un tanto más oscura e interesante a la vez.

AW19 fue una oda al artista Kaffe Fassett, mejor conocido por sus coloridos textiles. Aquí se vio reflejado a través de la combinación de texturas —las emblemáticas shearling biker jackets estaban ahí en todos los tamaños y fueron el contraste perfecto a los vestidos cortos en telas traslúcidas—. Y los estampados, una variedad del clásico check, distintas muestras psicodélicas de los florales y el monograma de Coach regresó.

Lo más interesante de la colección fue, sin lugar a duda, la manera en que el Old West americano logró conjugar con una estética más urbana. Pantalones vaqueros con estoperoles a juego con un par de botas al estilo vaquero; suéter oversized con un beanie un vestido en capas por debajo. Esa audacia solo Vevers la ha podido lograr.

*IMAGEN: Mondadori Photo