Cuando me mudé de Argentina a Italia para trabajar como modelo, la idea de ser elegida para desfilar para Giorgio Armani era un sueño. Un sueño que más tarde se hizo realidad. El italiano fue el primer diseñador que creyó en mí; el primero en ver algo y en motivarme a seguir alcanzando más.

De aquella época y de él conservo un recuerdo estupendo, tanto que todavía me emociono cada vez que coincidimos. Es una persona especial: tiene un carisma, una sensibilidad, una dedicación al trabajo… como muy pocos tienen la suerte de poseer.

Jugando entre los vestidos de la nueva boutique de Emporio Armani en París. © Matias Indjic
Jugando entre los vestidos de la nueva boutique de Emporio Armani en París. © Matias Indjic

Por todo esto, cuando me invitaron a París, a la reapertura de la boutique de Emporio Armani y del café anexo (en el Boulevard de Saint Germain 149, en el corazón de la Rive Gauche, la Orilla Izquierda), salté a las nubes.

Para celebrar la ocasión, el creador iba a trasladar su desfile primavera-verano a la capital francesa desde Milán, donde normalmente presenta sus colecciones para la línea Emporio.

El café Armani en París, un rincón para tomar un respiro durante un maratón de shopping. © Matias Indjic
El café Armani en París, un rincón para tomar un respiro durante un maratón de shopping. © Matias Indjic

La primera cita la cerramos en la tienda. La boutique se extiende por cuatro plantas, sobre un total de 1.460 metros cuadrados. Los escaparates dan a una de las calles más famosas y célebres del shopping parisino, ¡un lujo! Dentro todavía me encuentro a un montón de personas dando los últimos retoques antes del gran evento que se celebrará por la noche y donde sacamos todas las fotos que acompañan este texto.

Entre los muchísimos vestidos de la tienda, me dejan sin palabras una serie de prendas de la colección otoño-invierno, rematados todos con fantasías geométricas y colores vivos: fue amor a primera vista. Así que necesité muy pocos minutos para elegir el look que llevaría al evento. Allí me encontré a la fotógrafa Micol Sabbadini, que también estaba en París para la fiesta.

De vuelta en mi hotel me concedo un largo baño caliente aderezado con un par de kilos de sales: es uno de mis secretos de belleza preferidos, revigoriza la piel y la deja radiante.

¿El vestido? Fue amor a primera vista. © Matias Indjic
¿El vestido? Fue amor a primera vista. © Matias Indjic

Tras mi momento de relax estoy lista para el evento en el Caffè Emporio Armani: diseño minimalista, colores tenues y decoración refinada. Un rato después, a las nueve de la noche empieza el desfile en el estadio de Bercy y allá me dirijo junto a otros invitados.

P-L-A-N-A-Z-O. © Matias Indjic
P-L-A-N-A-Z-O. © Matias Indjic

El diseñador se ha atrevido con las trenzas para el look de belleza. Los colores de la colección, los osados contrastes y la audacia en los estilismos representan su intención de moverse hacia delante, de buscar novedad. ¿Mis preferidos? El traje de silueta sirena, cubierto de cristales, y los vestidos multicolor inspirados en Oriente.

Nada más terminar el desfile me cuelo en el backstage para abrazar a Giorgio. Le saludo y me voy corriendo. A la mañana siguiente regreso temprano a Milán, con el recuero fresco de un día de ensueño.

"Todavía me emociono cuando me encuentro con Giorgio Armani". © Matias Indjic
«Todavía me emociono cuando me encuentro con Giorgio Armani». © Matias Indjic

*Testimonio recogido por Simone Monguzzi.

Y, además, las tendencias de street style de la temporada:

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