Fendi cierra su tributo a Karl Lagerfeld con una espléndida presentación en Roma. De París a la Ciudad Eterna, los invitados de ci abordaron un vuelo auspiciado por la firma italiana para hacerlos partícipes de un gran momento. Y qué sorpresa se llevaron, pues la colección no fue más que una remembranza a través de siluetas frescas y otras más ideadas con el sello de la casa, el fur.

Todo comenzó con un power suit blanco, perfectamente confeccionado, que a juego llevaba un baguette en fur y una camisa traslúcida y pastel. Con ello, una mujer moderna y cosmopolita estaba por desdoblar sus distintas facetas; y es que eso era lo que Karl Lagerfeld celebraba, la mujer independiente y actual.

Pudimos ver vestidos dignos de ser parte de los eventos magnos que cuentan con alfombra roja —la primera vez que vemos una apuesta de Fendi hacia esa categoría. Ligeros pero igualmente de impacto, estos se caracterizan por sus meticulosos detalles alusivos a los palacios romanos y sus artísticos mosaicos que terminaban en extraordinarios patrones geométricos.

El peinado, un bob inspirado en la década de los setenta —redondo y con flequillo— coronaron cada uno de los looks. Fue este el toque estrella y sublime a la colección que fusionó dos puntos paralelos —el káiser y Roma— para suponer la intersección que refleja pasado, presente y futuro. Con ese modernismo, Venturini Fendi nos llevó a apreciar solo sus creaciones y el tributo interminable al grande de la moda.

En vista de un futuro lleno de retos —aún falta nombrar a un sucesor, si es que Silvia Venturini Fendi lo decide—, la casa italiana se mostró lista para empezar un nuevo capítulo en su historia.