Abría la pasarela antes que de costumbre. Los desfiles de ayer -último día de la semana de la moda madrileña- fueron más. En número y en apostarlo todo: 11 firmas se encargaban de mostrar el resultado de una de sus primeras aventuras con el mundo de la moda.

“La pasarela Samsung EGO se relaciona con el público millennial al que la marca apuesta por acercarse, tanto a través de la moda como de muchas otras maneras como compañía”, asegura Luis de la Peña, Director de Marketing de la división IM de Samsung España, la firma que lleva 11 años patrocinando a la moda joven, al diseño que viene.

En su pasarela comenzaron algunos nombres tan exitosos como María Escoté, Juan Vidal, Moisés Nieto o María Ke Fisherman (nada más que añadir): “Se apuesta por proyectos que entiendan los nuevos valores del diseño, que entiendan la moda como un equilibrio entre creatividad, innovación, técnica y funcionalidad”, explican desde la organización.

Ayer, en Ifema, Madrid tuvo una nueva cita con la moda más joven, pero también la más apasionada. Tras cuatro jornadas ‘oficiales’ en las que faltó garra y fervor, los talentos emergentes nos dejan con un muy buen sabor de boca y una certeza: sí, hay relevo generacional.

Esto es lo que se vio en Samsung EGO Otoño-Invierno 2017/18:

Las propuestas del Ego (como estas, de María Magdalena) han dejado un buen sabor de boca: sí hay relevo generacional. © Getty Images

El pistoletazo de salida lo daba Wellness, la firma ganadora de la 7ª edición de SAMSUNG EGO Innovation Project. Manuel Mourentan (su diseñador) presentaba HiperAsia, una colección de 10 looks urbanos que incorporan chips en sus prendas para unir a la moda música y la tecnología. El front row, el más camaleónico y animado de toda la semana, era ya un fiel adelanto de lo que iba a ocurrir sobre la pasarela: actuación musical en directo, presentación de un universo absolutamente digital y lanzamiento de una propuesta conceptual y ecléctica que concibe la ropa como sujeto sin género, como una fusión entre diseño y tecnología y como un canto a la ausencia de normas.

‘HiperAsia’, la colección ganadora del SAMSUNG EGO Innovation Project, era un canto a la ausencia de normas. © Images.net

Poco después, las reglas y las siluetas clásicas volvían a la pasarela de la mano de Existence Research Program, un equipo de ingenieros y creativos que trabaja desde 2015 en el diseño de unidades de movilidad extravehicular e indumentaria espacial para una hipotética misión tripulada. De su proyecto y su filosofía el trabajo derivó en una primera colección para pasarela: Europa. Costura de los 50 y los 60 reinterpretada con acabados deportivos, tejidos nobles y colores neutros. El broche de oro de su desfile fue la participación de dos atletas paralímpicos para simbolizar (de mejor manera imposible) el espíritu de la firma: mejorar y superar cada día su mejor marca.

Dos atletas paralímpicos simbolizaron el espíritu de Existence Research Program: mejorar y superar su mejor marca. © Getty Images

La cosa iba de atletas, porque tras ellos le llegaba el turno a Threeones -la firma creada por la campeona de atletismo Adriana Cagigas-. Su estancia en China originó su amor incondicional por la cultura asiática y, en simbiosis con una profunda búsqueda personal, nació Wabi Sabi. Prendas mutables que daban paso a toda una línea de ropa natural, artesana, de líneas simples y oversized que transportaron a toda la grada directamente a un rincón de Nanjing.

Las propuestas artesanas de Threeones nos trasladan a Nanjing. © Getty Images

Y si hablábamos de calma y madurez, todo dio un giro de 180 grados cuando llegó Outsiders Division con Forever Fantasy: una oda a la imaginación y a la infancia que define la moda a través de los recuerdos de David Méndez que (por si no había quedado claro) saludó a su público ataviado con una bata colegial. Reivindicando el derecho a crear y a cometer errores, sus prendas contienen piezas de puzles y rompecabezas, dibujos de trazos gruesos e infantiles, y mangas extralargas que convierten a todos, de nuevo, en niños.

En Outsiders Division se reivindica el derecho a cometer errores. © Getty Images

Esa niñez y juventud que crece en busca de libertad es lo que vino a contarnos Rocío Laseca. Su colección Who are you? (inspirada en los británicos The Who) habla de volúmenes, de colores brillantes y tornasolados, y de prendas de punto. La psicodelia característica de la época se hace presente a través de gafas de metacrilato de color y estampados pop que se rebelan sobre la pasarela.

Con Rocío Laseca viajamos en el tiempo. © Getty Images

La tarde dio comienzo con lo nuevo de María Magdalena. Tras el éxito cosechado con su primera intervención en la pasarela en 2015, la firma creada por Alejandra Jaime vuelve con Integración, una colección que de nuevo sorprende y cuenta una historia. La de la dualidad del ser y la polaridad del mundo, la de lo racial y lo costumbrista, la de las tribus urbanas ‘canis’ y ‘pijas’… Sobre la pasarela -no se mezclan, pero conviven- pana y tejidos brillantes, medias de rejilla y Vans, abrigos de pelo e imágenes religiosas. Todo a ritmo bakala y rodeado de una escenografía tan habitual como efectista: la de un botellón. ¿Volvemos a los 2000?

Va de marías: María Magdalena ha coincidido con Maria Ke Fisherman a la hora de reivindicar los dosmiles del bakalao. © Getty Images

Y regresamos al espacio con la colección de Amai Rodríguez que transmite feminidad y delicadeza desde cada una de sus aristas. Sedas y tejidos ligeros dibujados a mano por ella misma, faldas largas y sensuales, grandes pamelas con estampados florales y jerséis realizados con tapices de diferentes texturas. Fly me to the moon es justo eso, la historia de esas mujeres de gran fortaleza que aman platónicamente y permanecen exquisitas e implacables esperando al astronauta de sus sueños.

‘Fly me to the moon’ es el título de la colección de Amai Rodríguez. © Getty Images

Tras ellas, las dos firmas más etéreas de la jornada. Marlina Pradsot presentaba Marca Blanca, una oda a la imperfección del cuerpo cantada a través del diseño arquitectónico (al más puro estilo Rei Kawakubo), los colores neutros y las prendas libres de cánones y estereotipos. A continuación, Nacho Costa daba el contrapunto con Sinestesia: una colección inspirada en la mujer y en la música que, con una paleta de colores limitada entre el negro, el gris y el marrón y complementos de madera, crea el look perfecto para la más distinguida working girl.

Dos de las propuestas de Marlina Pradsot (izquierda) y Nacho Costa (derecha). © Getty Images

El broche de oro -a la jornada y a la semana- lo puso Juan Carlos Pajares, que presentaba su colección True Cost solo minutos después de haberse alzado con el Premio Mercedes-Benz Fashion Talent. Era su segunda vez sobre la pasarela Samsung EGO: “Desfilé el año pasado y me dio veracidad y visibilidad. Me apetecía hacerlo otra vez y crear una colección tan especial como esta”. Inspirada en el famoso robo de las obras que Francis Bacon pintó para su amante, la propuesta del diseñador quiere despertar conciencias y romper lanzas a favor de la moda ética y responsable. La suya, con prendas asimétricas, rejillas, neoprenos, plásticos pintados a mano, lúrex y punto de alpaca en colores planos, ha dejado un mensaje claro: “It’s time for a fashion revolution”.

Y podemos decir que allí, en un espacio abarrotado de fieles y nuevos seguidores del diseño de JCP, pocos minutos después de haber recogido su premio, y con un desfile tan emocionante como inspirador, comenzó la revolución de la nueva moda, del diseño emergente y de las ideas del futuro.

Juan Carlos Pajares, Premio Mercedes Benz Fashion Talent, lanzaba un mensaje: “It’s time for a fashion revolution”. © Getty Images