LA GAFA.

Otra cosa no, pero ‘pidona’ soy mucho y muy buena. Vamos, que cuando abro la boca para pedir cualquier cosa suelo hacerlo con mucho acierto (y sí, tengo abuela pero ya me lo digo yo solita). Lo malo es que generalmente el mundo, así en general, no suele hacerme caso y eso que le iría mucho mejor si me escuchara más. Pero solo generalmente, porque a veces me concede deseos…

Esta vez hablo de Stefano (y sí, claro: Stefano es mi amigo Stefano Gabbana, de Dolce & Gabbana de toda la vida, que como ya tenemos confianza le llamo por su nombre de pila). La historia se remonta al pasado mes de octubre cuando la firma italiana presentaba sus novedades para esta temporada. Todo muy bien y muy bonito excepto una gafa de sol que era LA GAFA. La gafa perfecta que el mundo estaba necesitando: «Uy no, ya imaginaba que te iba a gustar ese modelo porque eres una loca de los gatos, pero solo es para niña», me dijo César, el responsable de prensa.

Pues fatal.

Pero en mi labor por hacer de este mundo un lugar mejor en el que tanto niñas como adultos puedan llevar gafas de animal print con orejas de gato, las pedí en Instagram:

¿Y qué paso? Que el propio Stefano (aka mi amigo) lo leyó y se dio cuenta de que era una maravillosa idea: «Claro, ¡¿cómo no se nos ha ocurrido?!», debió pensar. Y las mandó producir. Es la magia de Instagram, la que descubrí cuando hace unas semanas me enviaron un prototipo del modelo y me contaron la historia: «Quieren que las tengas las primera, porque todo salió de una idea tuya», me explicaron.

Así que el mundo, sea mayor o pequeño, ahora puede disfrutar de LA GAFA gracias a Grazia. De nada. Concretamente de la versión original, para niña (195€) y el modelo para mujer (315€), a la venta ambas desde este mes de julio en exclusiva en las tiendas de Dolce & Gabbana.

La gafa que puedo decir que he inspirado combina varias de las cosas buenas de este mundo: ‘animal print’ y gatos. © Cortesía de Dolce & Gabbana
La versión para niña incluye además una goma (rematada con una cabeza de gato) para sujetarlas. © Cortesía de Dolce & Gabbana
Y la funda… ¡¡¿cómo es la funda?!! © Cortesía de Dolce & Gabbana