En 2008, Valentino Garavani se retiró de los ateliers y las pasarelas. En su momento, esta fue una gran perdida para la moda —pérdida en el sentido de que sus creaciones solo iban a ser vistas en museos a partir de su definitivo last bow—. Tras un breve intento por parte de Alessandra Facchinetti para llenar ese vacío, Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli tomaron las riendas para mantener esa esencia artística de Garavani con el sello de ellos como dúo.

Uno de los grandes cambios fue abandonar el brillo de las modelos del momento y así enfocar la atención en los artísticos diseños. Ahora, bajo la era solitaria de Piccioli, Kaia Gerber deslumbra en el desfile haute couture AW18 de Valentino. Sin ser esta la primera vez que la mini-me de Cindy Crawford conquista la pasarela de la firma italiana, más bien es una confirmación de que Gerber es la nueva favorita de Pierpaolo.

Como bien es sabido, Gerber no ha parado de enamorar a la moda desde su debut en Calvin Klein SS18. La nueva it se ha perfilado por su belleza innata —pues claro, es hija de Cindy Crawford— y en su aparición durante esta semana de la alta costura, su encanto fue elevado en un prominente vestido con plumas bordadas. En cuanto al peinado, la hija de Cindy destacó por una melena XXL, con volumen incluido como si se tratará de una fusión con la década de los setenta.

Es en este cuento de hadas mitológico que el color y las siluetas hacen resaltar la magia de los ateliers. Los extraordinarios relieves de cada prenda fueron meticulosamente ideados a proporción de la anatomía humana. Siendo las extravagancia de los setenta y ochenta un punto de referencia y, por otro lado, la historia romana —que en realidad esta última se ha convertido en emblema de Pierpaolo— esta sinergia acordó la divinidad absoluta. Por ello, al término una ovación al maestro.

*Fotos: Getty Images