Son cuadriculadas y pequeñas en tamaño, pero capaces de elevar cualquier look. Son las cajas, los bolsos de mano (que también se llevan en bandolera) que se han convertido en accesorio del momento.

Llegan cubiertas de brillos o suntuosos materiales, pero no te dejes engañar por su brillante apariencia porque funcionan las 24 horas: de la mañana (cruzadas en bandolera sobre un abrigo masculino) a la noche (en la mano, como complemento a cualquier vestido de fiesta).

A la izquierda, caja en piel bicolor con detalles de strass, de Chanel; a la derecha, bolsito de mano en piel plateada con aplicaciones metalizadas, de Dolce&Gabbana. © Lucio Convertini
A la izquierda, caja en piel bicolor con detalles de strass, de Chanel; a la derecha, bolsito de mano en piel plateada con aplicaciones metalizadas, de Dolce&Gabbana. © Lucio Convertini

Las cajas del tesoro no son nada nuevo de este otoño, de hecho llevan abriéndose camino desde que Nicolas Ghesquière redujera drásticamente las dimensiones del icónico baúl de Louis Vuitton, en su primera colección para la maison francesa.

Pero no es el único. Mención especial merecen también los cofres de Mark Cross (célebres por aparecer en La ventana indiscreta junto a Grace Kelly), las cajitas ricamente decoradas de Dolce&Gabbana, la colorida colaboración entre Être Cécile y Aspinal…

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