Moda
Parece ser que Alessandro Michele es un vidente. En medio de la catarsis política en Misuri, Estados Unidos, donde el aborto está a horas de ser ilegal luego de ocho semanas de gestación, o en Argentina, donde pelean por todo lo contrario, Gucci presenta al otro lado del mundo una colección Cruise 2020 que repela la ley impulsada y firmada por 25 hombres. “My Body, My Choice” y la fecha exacta de cuando el aborto se legalizó en Italia, fueron declaraciones poderosas que el creativo italiano no dudo en hacer; después de todo la moda es eso, una extensión del sentimiento social actual que trasciende.
En vestidos, el útero hizo una aparición como obra de arte. Una de las variaciones intercambiaba los ovarios por flores —símbolo de vida y belleza—, otro fue completamente reimaginado con un patrón folclórico. La liberación femenina en los tiempos que creímos era un tema masticado y superado, está jugando con la sublimidad estética —otro significado de perfección, quizá—.
Pero además de levantar la voz, Lallo continúo explorando los libros de historia más extraños y la cultura italiana. En su natal Roma, la que alberga una de las siete maravillas del mundo moderno, el Coliseo, Michele mezcló la indumentaria de la cultura romana con la estética sesentera. La poesía de entrelazar la humanidad con la humanidad y cuestionar el rumbo de ella simuló como un pilar grandioso. Cuadros, tracksuits, y colores alusivos a los Beatles crearon la conexión entre el pasado y el presente —los hippies peleando por la liberación sexual y la paz, hoy peleamos por la igualdad de género—.
Alessandro no categorizó por subculturas ni mucho menos. Aquí habló por la mayoría y la minoría para crear conciencia e inspirar un cambio. Y sí, en algunos años regresaremos al 2019 para estudiar el pensamiento del creativo que se ha convertido en vocero principal de las generaciones actuales. Tan solo imaginemos a los estudiantes de arte, moda y quizá biología examinando de cerca esos vestidos con úteros…