La mención de tres simples números (2-5-5) o seis letras (B-I-R-K-I-N) puede hacer que las pulsaciones de muchas mujeres se aceleren al imaginar dos de los bolsos más icónicos de la historia.

Porque 2.55 es una cifra sí, pero también el nombre propio de una de las piezas más deseadas y una fecha, febrero de 1955, rememorando el momento en el que Coco creó uno de los bolsos más famosos de los tiempos añadiendo una cadena a las populares carteras, para liberar las manos de las mujeres.

Mención especial se merecen también dos de los bolsos con nombre propio de Hermès: el Kelly y el Birkin. El primero, creado en 1930 por Robert Dumas, acabó tomando el apellido de soltera de la princesa de Mónaco, Grace, que lo utilizaba para ocultar su embarazo. Su hermano menor, el Birkin, nacía varias décadas después añadiéndole un práctico segundo asa que permitía abrirlo con una sola mano. La idea se la ofreció en bandeja Jane Birkin a Robert Dumas al coincidir en un avión; el resto es historia (o leyenda) y pertenece al olimpo de los bolsos.

Grace Kelly con el bolso de Hermès al que después daría nombre. © Cordon Press
Grace Kelly con el bolso de Hermès al que después daría nombre. © Cordon Press

También han heredado nombre de sus célebres portadoras el Lady Dior (por Lady Di) o el Jackie, de Gucci. Y, hablando de la firma italiana, tampoco podemos olvidar el Bamboo, que nació, como muchas ideas geniales, de esa necesidad que activa el ingenio: debido a la escasez de materias primas durante la Segunda Guerra Mundial, en Gucci tuvieron que buscar una alternativa para las asas de los bolsos hasta que dieron con el agradecido Bambú. Más recientemente, el Dionysus de Alessandro Michele se ha encargado de despertar pasiones en Instagram (que es lo que se estila en 2016).

Mischa Barton y Nicole Richie (con el 'City' colgando del brazo) en una instantánea que podría resumir a la perfección el estilo de los primeros dos miles: estilo boho -dictado por Rachel Zoe- maxi gafas, zapato plano, bolso de marca... y vaso de café en la mano.
Mischa Barton y Nicole Richie (con el ‘City’ colgando del brazo) en una instantánea que podría resumir a la perfección el estilo de los primeros dos miles: estilo boho -dictado por Rachel Zoe- maxi gafas, zapato plano, bolso de marca… y vaso de café en la mano.

Aunque si hablamos de tiempos recientes e it bags, no podemos dejar pasar por alto el bolso que marcó un antes y un después y que se encargó de estrenar la categoría en el año 2000: el City de Balenciaga. Sí, ese que paseaban colgando del brazo las it girls de los primeros ‘dosmiles’, léase Sienna Miller, Nicole Richie, Mischa Barton o las gemelas Olsen.

Tras él llegaban Paddington de Chloé, el Bayswater de Mulberry, el Falabella de Stella McCartney, el Galleria de Prada o el Luggage de Céline. Tal fue el furor por los bolsos ‘it’ en la primera década del siglo que terminaron generando rechazo. Así nacía el PS1 de Proenza Schouler en 2008, como anti-propuesta a los bolsos del momento; aunque, ironías del destino o jugarretas de marketing, terminaría convirtiéndose en otro icono.

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