Fue considerado uno de los grandes fotógrafos de moda del mundo, una especialidad a la que subió de nivel creando algunas de las imágenes más recordadas de la época dorada de las top model, a quien se puede atribuir prácticamente su creación.

Hoy la cuenta de Instagram del fotógrafo alemán compartía la noticia de su fallecimiento, con una imagen en blanco y negro, una de sus grandes técnicas: «Cuando un rostro está cerca de la perfección, retratar en color le resta mérito«.

Se le ha recordado siempre por ser el gran descubridor de las modelos que fueron el estandarte de una época, y a las que fotografió todas juntas en una imagen que forma parte ya de los archivos de moda del siglo XX. Le gustaban las caras lavadas, las poses naturales, las sonrisas limpias, la imagen tenía que representar el momento que él estaba viendo, tal y como lo veía, sin los artificios que durante las décadas de los 70 y 80 imperaban en el mundo de la fotografía.

Aunque llegó tarde a la fotografía, eso no le impidió ser uno de los grandes e inmortalizar la belleza de las mujeres más famosas del mundo: Linda Evangelista, Christy Turlington, Cindy Crawford, Penélope Cruz, Amber Valletta, Naomi Campbell, Jane Fonda y muchas otras más, incluida la boda perfecta de Marta Ortega.

Descanse en paz, la fotografía pierde uno de sus grandes lentes, pero para siempre queda un legado futuro para ver el mundo en un tiempo pasado inmortalizado en blanco y negro.