La couturier italiana, Elsa Schiaparellidejó un legado surrealista que revivió en 2013 con Christian Lacroix como cabeza creativa y después continúo con la dirección de Bertrand Guyon, y sí, la noticia de su partida a todos nos conmovió, siendo uno de los creativos que logró reimaginar exitosamente la firma desde 2015 a través de delicadas y coloridas colecciones, en donde cada una de las piezas terminaba siendo una obra de arte.

Sin duda, lograr capturar en cada prenda ese aire fantasioso y esa estética tan peculiar característica de Schiaparelli es un desafío, y por ello, la colección debut de Daniel Roseberry —quien fue anunciado como el nuevo líder de la maison antes este año—, se convirtió en una de las más anticipadas.

Dentro del Pavillon Cambon en París, las luces se apagaron y el desfile comenzó con una melodía alusiva al metro de la ciudad de Nueva York, al mismo tiempo, Roseberry dibujaba sobre un escritorio montado en medio de la pasarela. “El dibujo es donde comienza la costura. Y esta colección comenzó en un pequeño y sucio estudio en Chinatown en septiembre”, explicó el diseñador al finalizar el desfile.

Basándose en la idea surrealista del desplazamiento y en una obsesión con la naturaleza, la colección de doce looks fue de construcción impecable. El negro fue protagonista y los blazers y bodies en tonos neutros fueron clave.

Los detalles y aplicaciones con brillo jugaron un papel importante, el volumen fue creado con una combinación de textiles ligeros y rígidos de seda como charmeusse, tafetas y piel. Además, mariquitas de acrílico fueron incrustadas en un bustier de tul.

Las mangas abombadas y vestidos sin mangas con múltiples cortes, así como velos bordados de flores coloridas, llamaron nuestra atención. Además de reducidos bustiers, medias transparentes de encaje fueron tendencia. Además, accesorios en la cabeza y cuello de las modelos fueron el complemento en cada look.

Cualquier propuesta y visión son bienvenidas dentro de la industria, sin embargo, demostrando su amplia experiencia para mezclar la utopía con la realidad como director creativo en Thom Browne, todos esperábamos una colección de ensueño que nos dejara boquiabiertos. Con la propuesta en cuestión, nos preguntamos si su visión lo hará destacar como uno de los nuevos creativos en la historia de la maison, y si el ADN representativo cambiará por completo. Porque, ¿en dónde quedaron esa delicadeza, nostalgia y romanticismo icónicos de Schiaparelli?

*IMAGEN: Getty Images