Sobre las pasarelas, en las calles o en los lookbooks de cualquier firma que se precie: los pendientes XL han retomado el protagonismo que les quitó hace unos años la joyería minimal y no están dispuestos a ceder su cetro de mando. Y a nosotras que nos parece muy bien, oye. Porque pocas cosas como unos pendientes extra grandes para cambiar de arriba abajo un look y darle un toque renovado de tendencia.

En Marni los pendientes se llevan grandes (muy mucho) y desparejados. © Mondadori Photo

Los de esta temporada deben cumplir al menos uno de estos dos requisitos: el tamaño del que hablábamos (que aquí sí importa) y la asimetría. Se llevan desparejados y desequilibrados, con una oreja muda y la otra presumiendo de una pieza de excepción, con una cubierta con una pequeña tachuela o un brillante tipo dormilona o, nuestro favorito, combinando dos pendientes enormes y cada uno de su padre. Una manera muy práctica de dar salida a todas esas joyas que, a lo largo de los años, se han ido quedando viudas (y aquí se impone un minuto de silencio por todos esos pendientes perdidos al quitarte un jersey).

Nos gustan todos, pero esta primavera elegimos tres tipos: brillantes como una lámpara chandelier (visto en Marni), cósmicos con un punto mágico (visto en Elie Saab) y esculturas inspiradas en formas orgánicas (visto en J.W.Anderson). Todos, en la siguiente galería. Play!

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