Cada año, con los primeros indicios de que el verano se aproxima, llega también el momento (y esto es así, no se aceptan réplicas) de repasar carteles y escoger destino musical que nos alegre algún que otro fin de semana estival (o varios, que tres nunca son multitud en materia festivalera). La Península Ibérica, de norte a sur, se convierte en un escenario gigante para bailar, gritar, cantar, pasarlo bien y disfrutar en general de la mejor música (sean cuales sean tus preferencias).

Puedes decidir rodearte de los modernos más modernos de Malasaña (que durante un fin de semana se trasladan en manada a Barcelona) en el Primavera Sound, compartir contoneos al son de la mejor música electrónica en el Sónar, cruzar fronteras para terminar en el vecino Nos (Lisboa), el FIB, el BBK… o simplemente apuntarte al fin de fiesta en el DCODE.

© Gonzalo Muiño

Elijas lo que elijas, seguro que te lo pasas en grande, regresas en septiembre con una muñeca bien cubierta de pulseras de colores la evolución natural de las colecciones de cromos en el patio del colegio y el «sile», «nole» y exprimes el verano. También sabemos a ciencia cierta que, elijas lo que elijas (y con esto nos referimos a que hay poca diferencia entre el lluvioso BBK o el caluroso FIB) te cruzarás con los mismos personajes. Poco importa que de fondo suene HAIM o Massive Attack porque dando saltos bajo el escenario siempre encontrarás a idénticos especímenes. No hará ni falta que saques los prismáticos porque en este particular safari las especies se reconocen a simple golpe de vista por sus atuendos o comportamientos.

Y es que si la discoteca o el gimnasio tienen su propia fauna y en ambos ecosistemas existen unas normas a seguir para no perturbar el orden natural, lo mismo sucede en la arena de los festivales veraniegos. La mayoría de las especies autóctonas en los festivales no son peligrosas, pero no está de más saber cómo reaccionar al cruzárselas, porque nadie quiere regresar con un mordisco en el brazo a ver si no, dónde te vas a colocar las pulseritas.

Además, quién sabe, si echas un vistazo detenido a nuestra galería… igual hasta te identificas con alguno de los personajes de esta particular fauna festivalera:

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Este artículo se publicó originalmente el 17 de junio de 2013.