A ambos lados del Canal de la Mancha se celebran dos de las pasarelas más importantes del panorama actual; París, la más clásica, tiene su origen en 1973 a pesar de que sus creadores llevaban décadas siendo referentes en costura. Londres, la más ‘pequeña’ de ‘las grandes’ nació once años después, en un ambiente más efervescente, y es desde entonces la más irreverente de las fashion weeks: “LFW es tan diferente del resto… Londres parece más libre de restricciones comerciales. Fiel al proceso, al street style y a un determinado sentido del humor”, dijo en su momento Alexa Chung, fiel a su la moda brit. Aunque podríamos señalarle a Alexa que precisamente Londres ha sido la cita que más se ha puesto las pilas para alcanzar la cara comercial en los últimos años; eso sí, sin perder esa ironía tan británica.

En París, el 2.55 y los labios rouge; en Londres, la mochila de Burberry y las Stan Smith. Ambas, una fuente inagotable de inspiración… pero cada una a su manera. Desde Stylight.com, la comparativa (en forma de ilustraciones) perfecta:

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