Moda
Pese a su nombre, las gafas de sol son uno de esos (benditos) accesorios que sirven en cualquier época del año. Invierno, primavera, verano u otoño: salen a pasear en el momento en el que un rayo de sol (o varios, mejor -y gracias-) sale a alegrarnos el día a relucir.
Son eternas (bueno, tanto como tú consigas cuidarlas -consejos de uso al final de la galería-), por eso, siempre merece la pena invertir en una gafa-tesoro y, sobre todo, hacerlo bien. Porque no a todo el mundo le sientan bien las mismas formas, y es esencial no confundirse en este aspecto. Lo principal, ante todo, es sentirte cómoda con ellas, pero también hay que tener en cuenta la forma de nuestro rostro y apostar por las que más afinen o potencien nuestros rasgos.
Además, puedes jugar con el color, pues dependiendo del tono de tu piel y tu cabello, las opciones pueden ser distintas. Desde Etnia Barcelona, nos aconsejan apostar por los colores vivos cuando la piel es muy clara, y por los más suaves, incluso pastel, cuando la tez es más oscura… Además, Umberto Castillo, Training Manager de Luxottica, añade que los colores intensos estilizan y las lentes degradadas hacen que el rostro parezca más esbelto.
¿Suena complicado? Pues no lo es tanto. A continuación te contamos qué modelos favorecen a cada tipo de rostro y te tentamos a elegir entre los mejores de la temporada. ¡A por el sol!
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