Moda
Nadie puede discutirlo: Beyoncé se convertía el domingo en la gran triunfadora de la noche de los VMA’s sobre el escenario del Madison Square Garden. Y no ‘solo’ por sus 11 nominaciones o por llevarse a casa ocho de esos premios (con los que acumula ya 24 y supera así a la mismísima Madonna), sino por volver a dejar sin habla a todo el estadio con sus actuaciones y sus looks.
Durante la gala pudimos disfrutar de su particular desfile de extravagantes propuestas con vestidos de grandes marcas: desde Fendi hasta Elie Saab, pasando por Francesco Scognamiglio o Ralph and Russo. Firmas de prestigio internacional con las que la artista brilló tanto en la alfombra roja como sobre el escenario. Pero no solo apostó por este tipo de marcas: también quiso hacer un hueco (¡y qué hueco!) a una firma española de moda nupcial, YolanCris. Beyoncé lució uno de sus vestidos para recoger el premio final de la gala a Mejor vídeo del año, el galardón más preciado de la velada.
YolanCris es una firma especializada en vestidos de novia, que cuenta con su propio atelier artesanal en Barcelona y que nació en 2005 con el fin de revolucionar la moda nupcial y convertirse en una de las marcas de referencia del sector. Y podemos decir que lo ha conseguido cuando la mismísima Queen B se ha vestido de novia para reinar sobre uno de los escenarios más importantes del mundo y, sobre todo, con mayor difusión. Un hecho que puede suponer el despegue internacional de la firma.
Sus fundadoras, dos hermanas llamadas Yolanda y Cristina, parece que estaban predestinadas a ello. Se criaron rodeadas de seda, organza y tul en la tienda de novias que tenía su madre y en tan solo 10 años han conseguido alcanzar su sueño, utilizando tejidos europeos de la más alta calidad, cuidando el mínimo detalle y combinando la producción artesanal con diseños innovadores acordes a las tendencia de prêt-à-porter.
Pero este no fue el único cambio de vestuario de la artista. De hecho, presumió de unos cuantos más…
Beyoncé llegaba al estadio neoyorquino enfundada en un vestido de plumas en azul celeste, de Francesco Scognamiglio. Un modelo de manga larga y cubierto de paillettes que se coronaba con unas hombreras XL en forma de pequeñas alas que volaban a su paso por la alfombra roja.
Hasta cuatro veces se cambió de modelito sobre el escenario. Que si un mono de Elie Saab para recoger un premio, que si una capa de Ralph and Russo para subir a cantar, una capa de Fendi para menearse como solo ella sabe…
Y como acompañante de la noche, su primogénita Blue Ivy, que con solo cuatro años se enfundó un vestido con sobredosis de tul de Mischka Aoki (un juguete discretito que puede comprarse por 10.950 dólares, unos 9.800 euros). Además, mamá e hija completaron sus looks con joyas de Lorraine Schwartz: pendientes de esmeraldas para Beyoncé y tiara de diamantes para su pequeña acompañante.
Y, además, todos los invitados a los VMA’s:
[galeria]
