Candice Swanepoel se ha encargado de abrir el desfile de Victoria’s Secret de este año; y lo ha hecho vestida con el primer look de la colaboración con Balmain para la firma, una de las novedades más esperadas de esta edición (que tiene el difícil objetivo de remontar las ventas de la marca).

La versión de tachuelas e imperdibles del punk de la firma lencera inauguraba la primera parte del show que, como otros años, ha estado dividida en secciones, protagonizada cada una por un tema estéticamente reconocible. Esta edición los elegidos han sido Punk Angels, Nomadic Angels, Porcelain Angels (debe ser que por eso de hacer un guiño a sus anfitriones chinos), Winter’s Tale, Millennial Nation y Goddesses.

Romee Strijd vestida como una diosa del particular olimpo de Victoria’s Secret. © Getty Images

Ángeles y diosas de un olimpo que este año se ha convertido en purgatorio por los imprevistos de última hora: a solo unos días del desfile las autoridades chinas denegaban el visado a cuatro modelos y a dos de las estrellas del show, Gigi Hadid y Katy Perry, que iba a amenizar el espectáculo con su música. En su lugar se han encargado de la performance Leslie Odom Jr., Li Yundi, Jane Zhang, Miguel y Harry Styles.

Alessandra Ambrosio, el angel más veterano, ha sido la afortunada que ha cerrado el desfile. Quizá un regalo de despedida porque todas las fuentes apuntan a que este podría haber sido su último paseíllo por esta pasarela.

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