Sin haber despegado prácticamente la pestaña, enciendes tu móvil, abres Instagram y te desesperas: «¿Qué hace la tipa esta en Nueva York otra vez? ¿Y el desayuno de esta otra?» Te hierve la sangre, pero… no dejas de seguir sus andanzas por la Red.

Antes, los famosos lo eran simplemente por trabajar en el cine, cantar o pasar por la casa de Gran Hermano, pero desde que internet lanzó a la fama a los líderes de opinión 2.0, entre ellos, los bloggers de moda, el sentimiento amor/odio se ha agudizado. Son los vecinos de al lado aunque llevan una vida de lujo y eso hace que la comparación sea odiosa, porque, ¿cómo lo consiguen? ¿De dónde saca dinero un bloguero de éxito? Para entender el fenómeno, hace falta ahondar más allá del canapé, del viaje pagado al paraíso o del novio diseñador (aunque esto, en realidad, puede ayudar en lo del status social).

«Yo no podría ni siquiera subsistir de mi blog» explica Mayte de la Iglesia a la que, desde hace años, acompaña la descripción de modelo y bloguera. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Terminamos este reportaje?

¿Y por qué los chicos de 'Cup of Couple' amanecen cada día en una ciudad distinta? © Instagram @cupofcouple
¿Y por qué los chicos de ‘Cup of Couple’ amanecen cada día en una ciudad distinta? © Instagram @cupofcouple

Por suerte, llega Macarena Gea, arquitecta, organizadora de eventos y, ¿lo adivináis?, bloguera, para matizarlo: «Yo no podría decir que vivo exclusivamente de ello. pero sí diría que sobre todo gracias a él doy salida al resto de mis facetas profesionales.» Y ahí está la clave; en aprovechar el tirón para explotar otras virtudes y darle salida a todo tipo de profesiones.

Lo explican Mike Madrid y Gabriel García, autores del blog Cup of Couple: «Nosotros hemos combinado el blog con lo que más nos gusta, hacer fotos y vídeos (y esto, por cierto, lleva muchas horas de edición delante del ordenador que no se ven) así que podemos decir que sí, hay vida más allá del canapé.» Por desgracia, se rompe el mito: ser bloguero canapero no es lo que siempre reporta beneficios, «y es difícil compaginarlo con una carrera y talla de modelo», apunta Mayte de la Iglesia.

'Nooooo, me dicen por el pinganillo que no se puede vivir de ser un bloguero-canapero' © Gettyimages
‘Nooooo, me dicen por el pinganillo que no se puede vivir de ser un bloguero-canapero’ © Gettyimages

A pesar de esto, si se leen detenidamente los comentarios que reciben estos blogueros, es palpable el rechazo que provoca ver que alguien que hace algo, en principio gratuito, empieza a sacar tajada, aunque sea mediante pequeñas campañas o regalos. Gritar: «Vivo de mi blog, ¿y qué?» no está bien visto, bien porque se pierde la esencia (el comentario más temido: la autenticidad da prestigio) o bien simplemente porque a nadie le gusta ver cómo los demás van a mejor delante de sus propios ojos. No os deseamos el mal, blogueros, pero tampoco que os vaya mejor que cuando empezasteis.

Ariadna Ferret, periodista y bloguera -lanzará este otoño la edición en papel de su blog, uno de los de mayor trayectoria, Fashionisima cree que la cultura del gratis total está detrás de este pensamiento negativo: «En general (y me incluyo) estamos muy mal acostumbrados. ¿Por qué pagar 8 euros para ir al cine, si podemos ver la peli desde el ordenador de casa? Fashionisima funciona porque su contenido es abierto. No se nos ocurriría nunca hacerlo de pago, pero la gente tiene que entender que somos un equipo trabajando con muchas ganas y pasión pero que (desafortunadamente) de eso no se puede vivir. No queremos hacernos ricas a costa de nadie ni estafar a nuestras lectoras, pero sí queremos pagar el alquiler y debemos encontrar una fórmula para hacerlo.»

 

Hay marcas que consideran que hay que contar con bloggers porque 'es lo que se lleva'. © Cup of couple
Hay marcas que consideran que hay que contar con bloggers porque ‘es lo que se lleva’. © Cup of couple

A menudo, esta fórmula pasa por acuerdos con marcas dispuestas a contar con una estrella 2.0 como embajadora. Una pieza fundamental en este negocio son las agencias, encargadas de traducir esa búsqueda en realidad. Silvia Lorente, Social Media Strategist y PR 2.0 en Globally, cree que «el apoyo viralizador de una blogger tiene que ir acompañado de unos objetivos claros. Hay marcas que consideran que hay que contar con bloggers porque ‘es lo que se lleva’. En la agencia asesoramos y marcamos objetivos claros y estimados de alcance y engagement [el famoso ‘Me gusta’] para que la colaboración con estos prescriptores no sea sólo cuantitativa, sino cualitativa.»

Para que un blogger llegue a participar de esta relación, explica Silvia, debe cumplir varios requisitos: «Tener un número cualitativo de seguidores y que estos interactúen, aportar contenidos interesantes, dar feedback a sus seguidores (que se sienten escuchados), ser coherente con lo que comunica y por último, ser constante.»

© Gettyimages
© Gettyimages

Y en esas negociaciones entre marca-agencia-bloguero entra también el representante: «Nosotros fuimos los primeros sorprendidos,» cuentan Cup of Couple, «pero nos dimos cuenta de lo bueno que era tener a alguien que se ocupa de aquellas cosas que no entiendes.» Una figura que se empieza a revelar imprescindible a la hora de evitar engaños.

Y sí, también engaños a los seguidores, la gente de a pie que desconocemos cuál es el comportamiento de un blogger más allá de su foto en Instagram: «Hay algunos que mencionan a determinadas marcas insistentemente para que se fijen en ellos o posan en la puerta de un evento al que no han sido invitados. Muchos presumen y piden cachés altísimos, pero luego resulta que nunca hay un duro de retribución detrás» señala Mayte de la Iglesia, sembrando la duda (y un posible futuro reportaje): ¿no es blog de éxito todo lo que reluce? Es difícil inventarse un personaje en internet, pero quizá no cueste tanto simular una fama mayor de la que uno tiene: si parece que colaboras con muchas marcas, otras vendrán detrás… ¿O no?

Macarena Gea se ha especializado en la organización de eventos; Cup of couple se dedican a hacer vídeos; Fashinisima está a punto de lanzar su revista en papel; y Mayte de la Iglesia compagina varias facetas con la difusión que le da su blog.
Macarena Gea se ha especializado en la organización de eventos; Cup of couple se dedican a hacer vídeos; Fashinisima está a punto de lanzar su revista en papel; y Mayte de la Iglesia compagina varias facetas con la difusión que le da su blog.

En cualquier caso, Cup of Couple y Macarena Gea ya están cambiando sus blogs para crecer y seguir trabajando, pero también disfrutar más. Fashionisima ha formado un pequeño equipo para competir con ‘los grandes’. Mayte de la Iglesia combina sus campañas como modelo con el apoyo de su blog, en ocasiones pactado de antemano. Ninguno tiene una estrategia tremendamente elaborada detrás, pero todos evolucionan para no morir de éxito.

Y en el futuro, explica Silvia Lorente, «sobrevivirá el más fuerte. El usuario cada vez es más exigente, porque al fin y al cabo él es el que implícitamente hace exitosa una campaña. Él juzga y acepta o desecha. En el momento en que los seguidores dejen de verse interesados por los contenidos de un determinado blog, este tenderá a ‘morir’. Citando a la excéntrica y caótica Miley Cyrus, esto es as long as my bitches love me.»

© Jacopo Moschin
© Jacopo Moschin