Desde que los duques de Sussex dejaron su rol como miembros senior de la monarquía británica, poco hemos sabido de ellos. Las últimas noticias fueron protagonizadas por su mudanza a Los Ángeles, ciudad natal de Meghan Markle, y la donación de fondos recabados por su boda a una asociación que reparte comida a familias necesitadas por la crisis del coronavirus en Reino Unido. Pero de este lado del mundo, Meghan y Prince Harry también están poniendo su granito de arena.

La pareja fue captada repartiendo comidas a personas vulnerables de salud como voluntarios de Project Angel Food. Uno de los afortunados en recibir su paquete por Meghan y Harry fue Dan Tyrell, un hombre de 53 años con VIH y problemas de presión sanguínea. De acuerdo a su testimonio, cuando Tyrell atendió el timbre y escuchó que era “Meghan de Project Angel Food”, nunca se imaginó que era esa Meghan. Todo comenzó a tomar sentido cuando bajó a recibir el paquete y vió la cabeza pelirroja de Harry y dos SUVs negras.

Según el director ejecutivo de la asociación, Richard Ayoub, la duquesa siempre había querido apoyar el proyecto. Ahora que ya ha hecho de Los Ángeles su hogar, y en medio de la pandemia, esta era su oportunidad de unirse a la causa. Ayoub dijo a People que el domingo pasado iniciaron los duques de Sussex sus labores como repartidores entregando seis comidas. Pero quedaron tan conmovidos y emocionados, que el miércoles subieron su número de entregas a 14.

Además de estar apoyando a este tipo de causas tanto en Estados Unidos como en Reino Unido, Meghan Markle y Prince Harry también hicieron un par de videollamadas con las fundaciones que apoyaban desde sus tiempos como royals. Markle sostuvo una conversación con Hubb Community Kitchen, la asociación que inició luego del incendio de Grenfell y con quienes lanzó un libro de cocina. Por su lado, Harry platicó con miembros de WellChild sobre los efectos que la crisis por el COVID-19 ha tenido en las familias de Reino Unido.