Moda
Hoy la reina Letizia se ha vestido y desvestido a contrarreloj para estar lista y perfecta en todos los momentos del día que la hemos visto. Primero llegando al aeropuerto de Corea para iniciar este viaje oficial, vestida de blanco y negro, después en los primeros actos, con un vestido de flores, un estampado que cada vez le favorece más.
Cuando todavía estábamos saboreando el último vestuario elegido, doña Letizia nos ha vuelto a sorprender esta vez para la cena de gala con el Presidente de la República de Corea, Moon Jae-in, y la Primera Dama Kim Jung-sook. No ha sido tan gala como el vestido rosa capote de Carolina Herrera que lució en Japón, pero la reina ha vuelto a demostrar ser la invitada perfecta.
Para la ocasión ha estrenado un vestido de corte romántico de la firma Temperley London, en rosa empolvado y bordado con flores y estrellas y base de tul, con media manga y transparencias en la parte superior del cuerpo, muy favorecedor, que hace parecer un falso escote palabra de honor.. También destacan las figuras geométricas en negro y blanco a la altura de la cintura, que estilizaba todavía más la silueta de la reina. Una apuesta arriesgada, pero muy ponible para las ocasiones más formales.
Lo ha combinado con sus Manolos negros coordinados con vinilo, que ya hemos visto en otras ocasiones, como hace unas semanas en el inicio de la temporada de ópera, y con joyas muy singulares también: una pulsera de rubíes y los pendientes gaviota del joyero privado de la reina emérita Doña Sofía, que brillaban gracias al moño bajo que los dejaba ver con claridad.
Y sí, de nuevo su inseparable anillo de Karen Hallam.
*Imágenes: Casa Real
